Page 10 - CUADERNODE BITÁCORA _Neat
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La nave, por suerte, no ha sufrido mayores problemas que un impacto a la altura de la
primera bodega y otro cerca de cocinas. Se ha llevado por delante una barrica llena de ron y
ahora todo apesta a alcohol. Los tablones, supongo que en una semana, estarán reparados.
Tenemos pensado comenzar hoy por la noche. Desconozco cuánta madera cargamos, pero
tampoco mucha. Sin embargo, no entrará casi agua por ese orificio. Está muy alto, o eso dice
el patrón Zacarías. Él conoce la nave que construyó mejor que nadie, espero que tenga razón.
¡¡Oh señor !! solo tú sabes que lo que ha pasado hoy no ha sido a maldad, pero si tenemos
que volver a mandar al fondo del océano a quien nos busque mal, lo haremos. Pero, por
favor, no pongas más palos en la vida de estos dos jovenzuelos. Bastante me resulta ya tener
que decirle a uno de ellos que puede quedarse sin brazo si se le infecte la herida del
mosquete.
María, por suerte, solo sufre de una quemadura por una de las bolas de cañón, que golpeó
cerca de la cocina y le quemó un poco el brazo con la explosión. De lo malo tenemos alcohol,
vinagre y otros medicamentos de mi maletín para ir haciendo curas...
Día 5
Cincuenta días y cincuenta noches han pasado desde que dejamos Puerto de Santa Maria.
Hemos visto cosas preciosas. Otras que desearía no haber visto o hecho. Pero supongo que
un médico también debe matar a veces para salvar vidas. Aunque sea de lejos. Actualmente,
nos encontramos pasando el Reino de Irlanda. Según Johnny, allí se producen unos licores
que levantaría a un muerto. Pena que no nos vayamos a detener.
Nuestros víveres se han ido agotando, pero aún tenemos comida para más días. Respecto al
agua, doy gracias que hicimos un ingenio para recoger el agua de lluvia. De momento,
tenemos pero si deja de llover tendremos problemas. Se acerca el verano y necesitamos ese
agua.
Miguel consiguió recuperarse, pero no puede correr de momento. Camina, pero hasta ahí.
Tiene fracturado parte del fémur. Habrá que esperar y ver qué tal solda el hueso. Maria está
bien, la quemadura ya no es más que una marca rojiza, y no la ampolla llena de líquido que le
ardía continuamente.
Estos días nuestro enemigo no ha sido otro que el propio mar y el temporal. Un rayo por poco
alcanza nuestro palo mayor. Afortunadamente, alcanzó cerca de la nave, más en el agua.
El oleaje ha sido… intenso, por decirlo de forma suave. Pero nada que un rato de la noche al
ritmo de las canciones no pueda arreglar. He de admitir, que si algo no ha faltado, es la
camaradería. Doy gracias de haber conocido a estas personas. De lo contrario, seguiría
esperando en mi pueblo, a que viniese algún pobre diablo con dolores intestinales por haber
comido unas setas que desconocía, muriéndome de calor y lamentándome de vivir en ese
rincón dejado de la mano de Dios que llamábamos La Baza.
¡¡ Con lo bien que estaba en Sevilla capital antes de ir allí !!. Pero si no hubiera ido, el destino
no me habría puesto a estas personas delante. Todos y cada uno de ellos y ellas son bellas
personas.
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