Page 286 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
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280 La introducción de La Segunda Venida de criSto a Su igLeSia
jalón de Moisés. Primero, un–un joven hablándole a Israel; segundo, bajó a liberarlos; tercero,
fue el último mensaje. Los milagros ya habían sido hechos, Moisés estaba en camino a la tierra
prometida con los redimidos.
(…) 403 ¿Conocen el canto “Sagrado es el amor”? ¿No es maravilloso? ¡Bendito el amor
que nos ha unido! ¿Nos daría la nota, hermana? Será bueno que lo toquen por un momento.
404 ¿Qué si todo se ha acabado? ¿Qué si el Tercer Jalón, llegando ahora, es para predicar a
los perdidos? ¿Qué si todos los tipos ahora se van a manifestar? Y nosotros estamos adentro, y
nosotros estamos adentro. ¿No sería maravilloso? ¡Qué compañerismo!
Sagrado es el amor (esto lo produce)
Que nos ha unido aquí,
A los que oímos del Señor,
La fiel Palabra, sí.
405 ¿Qué fue? Compañerismo de mentes semejantes. “Venga Tu Reino, sea hecha Tu
voluntad”. ¿Ven?
406 Nosotros tratamos de hacer de–de Dios el muchacho mascota, el de los mandados, o
algo así: “Dios, haz esto, haz aquello”.
407 Jesús nos dijo: “Orad de esta manera: Venga Tu Reino. Sea hecha Tu voluntad, como en
el Cielo, así también en la Tierra”. Entonces, el Cielo nos es traído, y nosotros somos–nosotros
somos elevados al Cielo, y estamos en lugares celestiales ahora mismo, en Cristo Jesús. Todos
creemos que ese Mensaje es la Verdad, que Cristo Jesús, el Hijo de Dios, nos redimió.
408 Cerremos ahora nuestros ojos y elevemos nuestras manos, mientras lo cantamos.
Sagrado es el amor
Que nos ha unido aquí,
A los que oímos del Señor,
La fiel Palabra, sí.
409 Ahora, ni una sonrisa. Este no es tiempo de sonreír. Con la más profunda sinceridad,
mientras tocan ese himno, démonos la mano con alguien al lado, díganle: “Dios le bendiga,
cristiano”, con toda sinceridad.
410 Dios le bendiga, hermano Neville. [El hermano Neville responde: “¡Dios le bendiga,
hermano Branham!”]. Cincuenta y nueve años de edad. [“Así es”]. ¡Está bastante adelantado!
Dios le bendiga, hermano.
Ahora elevemos nuestras manos a Él.
A nuestro Padre Dios,
Rogamos con fervor,
Alúmbrenos la misma Luz,
Nos una el mismo Amor.
411 Inclinemos ahora nuestros rostros, y juntos, no sabiendo en este momento lo que tenga
el futuro, no sabiendo, quizás todo haya concluido. Yo no lo sé. Yo no puedo decir, no puedo
decir; yo no lo sé. Pero a la luz de los hechos que nos han sido revelados en esta mañana,
oremos la oración que el Señor nos dijo que oráramos, aun cuando sea: “Venga Tu Reino, sea
hecha Tu voluntad”. Oremos juntos.
412 [El hermano Branham y la congregación dicen la siguiente oración al unísono, de Mateo
6:9-13]
Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea Tu Nombre.