Page 29 - Libro Medicina 24/7
P. 29
aprender el acento y los modismos, fue averiguar cuándo podría matri- LA PEOR ESPALDA
cularme para empezar a estudiar. Para el efecto, me preparé durante di-
ciembre y enero, rendí el examen de ingreso en febrero e inicié clases
en marzo, en una prestigiosa Universidad privada en Guayaquil, donde “El interno rotativo médico es un robot, no tiene hambre, no tiene
estuve un año. Por razones económicas y de movilidad, pedí cambio a la sueño, no tiene frío y si le gritan, el interno no llora”. Fueron las palabras
universidad del Estado, donde continué los estudios. de bienvenida al llegar mi primer día como IRM, ni siquiera un “Buenos
Ya en tercer año, mi carrera sufrió un traspié, pues a mitad de se- días”, sin embargo, la historia no empieza aquí.
mestre fui hospitalizado con una patología cardíaca conocida como sín- El recuerdo de mi primer día de internado médico me trae una mezcla
drome de Wolf-Parkinson-White , la cual me tuvo hospitalizado por casi de emociones, una tragicomedia realmente. Todo inició con mi cambio
1
un mes y requirió procedimientos de intervencionismo cardiovascular; de domicilio, pues me vi en la necesidad de arrendar un departamento
por lo tanto, de ser estudiante del hospital, me convertí en el paciente cerca de mi nuevo hospital, ya que la anterior ubicación quedaba a 2
más popular del piso de Cardiología, dado que los profesores ahora daban horas de distancia. Me mudé dos días antes de mi primera jornada y por
clase a mis compañeros, siendo yo el paciente de ejemplo. Fue una expe- lo tanto desconocía el barrio y la ruta de los buses del nuevo sector; y
riencia que pocos pueden decir que han vivido. ese, fue el comienzo de lo que sería uno de mis peores días. Tras tomar el
El año pasado, agosto de 2019, llegó a mi vida otro bebé, para darle bus equivocado y haber llegado a un barrio que desconocía totalmente, el
empuje a mi destino; en esta ocasión, es mi hija quien hoy tiene nueve miedo por llegar tarde a mi primer día hacía latir rápido mi corazón, pues
meses de edad, y que padece una condición genética rara dentro de los no quería resultar regañado en el debut como interno.
errores innatos del metabolismo, llamada Fenilcetonuria o más cono- Mi primer día, fue un día de coincidencias, ya que empecé en el ser-
2
cida como PKU. Lo irónico pareciera ser, que desde que entré a medicina vicio de emergencias; y también fue mi primera guardia de 24 horas.
la pediatría llamó mi atención, pues los niños son el futuro y transmiten Como cereza en el pastel, fue un festivo, motivo por el cual no conté con
una alegría que ningún otro tipo de paciente puede brindar. El tener a mi compañeros de pre turno que me colaboren durante la mañana y la tarde;
hija con esta condición, que requiere cuidados especiales, es el motor en fin, recibí el turno a las 7:00 de la mañana, sin conocer a alguien, ni la
más grande que tengo, no solamente para cumplir mi sueño de ser mé- distribución del hospital y sin siquiera dominar el sistema digital con el
dico, sino también para ser el mejor pediatra. que funcionaba todo. Siendo las 7:03 llegó mi primer paciente: un mas-
A la presente fecha, mayo de 2020, curso el noveno semestre de la culino de 45 años con infarto agudo de miocardio quien no sobrevivió
carrera de Medicina, ya a punto de lograr el objetivo. Como dicen aquí mucho tiempo. Sí, igualmente fue la primera vez que presencié la muerte
en Ecuador, ya estoy de la ceja al ojo. de un ser humano frente a mis ojos, algo que no es tan raro en el servicio
de emergencias; sin embargo, una hora después, sucedió lo mismo con
una mujer de 60 años y más tarde esa noche con un hombre de unos
Autor: Andrés Huerta 40 años. Supongo que esta experiencia intentaba fortalecer mi carácter
Estudiante de Medicina rápidamente.
Una jornada memorable, nunca me había sentido tan perdido y ago-
biado. La primera oportunidad que tuve para sentarme por dos minutos
fue a las 3:00 de la madrugada, exhausto y bañado en mi sudor. Decidí
ir por una botella de agua, pensando que solamente tenía un billete de 20
dólares, pero encontré una moneda de 1 dólar en mi bolsillo y sonreí al
pensar que la suerte estaba de mi lado. Corrí tan rápido como pude a la
máquina expendedora, desesperado y muy sediento, compré la botella,
pero la máquina se tragó mi única moneda. Mantuve el coraje, no había
tiempo para berrinche, regresé de manera inmediata a la emergencia,
justo a tiempo para ver un nuevo paciente de unos 50 años, en estado de
1 Condición que muestra una ruta eléctrica adicional del corazón y genera taquicardia. inconsciencia, al cual se había dejado indicando por orden del médico
2 Afección poco común en bebés que nacen sin la capacidad de descomponer de manera correcta la fenilala- tratante, la colocación de sonda vesical. Una vez dada la adecuada priva-
nina, que es un aminoácido.
28 Regreso al Indice Regreso al Indice 29