Page 57 - ESPERANZA PARA UN MUNDO EN CRISIS
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El día después                    53


                   hospital. Una de las maestras de educación especial que participaba en
                   el programa recibió una llamada de rutina en la que se le pedía que visi-
                   tara al niño. Ella escribió el nombre del niño y el número de habitación.
                   También habló brevemente con el maestro regular del niño.
                      –Estamos estudiando sustantivos y adverbios con la clase ahora. Así
                   que, te agradeceré si puedes ayudarlo a comprender estos temas grama-
                   ticales, para que no se atrase mucho.
                      La maestra del programa del hospital fue a ver al niño esa tarde.
                   Nadie le dijo que el niño había sufrido quemaduras graves y tenía un
                   dolor agudo. Desconcertada por verlo, tartamudeó cuando dijo:
                      –Tu escuela me envió para ayudarte a aprender sobre sustantivos y
                   adverbios.
                      Cuando se fue, sintió que no había logrado mucho. Al día siguiente,
                   una enfermera le preguntó:
                      –¿Qué hiciste con ese chico?
                      La maestra pensó que había hecho algo mal y comenzó a disculparse.
                      –No, no –dijo la enfermera–. Creo que no entendiste lo que quise
                   decir. Estábamos preocupados por ese niño, pero desde ayer, su actitud
                   ha cambiado. Está luchando por la vida, reaccionando al tratamiento. Es
                   como si hubiera decidido sobrevivir.
                      Dos semanas después, el niño explicó que había perdido toda espe-
                   ranza hasta la visita de la maestra. Pero todo cambió con una simple ob-
                   servación. Lo expresó de esta manera: “No enviarían a una maestra para
                   enseñarle sustantivos y adverbios a un niño que está por morir, ¿ver-
                   dad?” Todo lo que necesitaba ese niño gravemente quemado, por sobre
                   cualquier otra cosa, era esperanza. La esperanza nos motiva poderosa-
                   mente. Pinta el futuro con colores brillantes, no con sombras oscuras.

                   Redescubre la esperanza
                      En un mundo que parece estar fuera de control, ¿cómo podemos
                   redescubrir la esperanza? En un mundo que parece tan incierto, ¿cómo
                   podemos recuperar la esperanza? En un mundo devastado por tsuna-
                   mis, terremotos, tornados, huracanes, plagas y pandemias, ¿hay algo en
                   lo que podamos basar nuestra esperanza?
                      La reciente pandemia de coronavirus ha tenido consecuencias catas-
                   tróficas. Se infectó gente de todo el mundo. Decenas de miles murieron.
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