Page 53 - ESPERANZA PARA UN MUNDO EN CRISIS
P. 53
Mantente saludable en un planeta enfermo 49
2. La fe también lleva a las personas a ser más optimistas y
positivas. Esta actitud positiva también ayuda a reducir el estrés y
la hipertensión. Se vuelven más pacíficas y tienen una disposición
más tranquila. El boletín médico de la Universidad de Rochester
informa:
Se estudió la idea de que el optimismo conduce a una
mejor salud. Los investigadores revisaron los resultados
de más de ochenta estudios en busca de hallazgos comu-
nes. Llegaron a la conclusión de que el optimismo tiene
un impacto considerable en la salud física. El estudio
examinó la longevidad general, la supervivencia después
de la enfermedad, la salud del corazón, la inmunidad, el
resultado del tratamiento del cáncer, el éxito del embara-
zo, la tolerancia al dolor y otros temas relacionados con
la salud. Todo indica que las personas con una perspecti-
va más optimista obtuvieron mejores resultados que los
pesimistas. La lección es que tener una actitud positiva
puede mejorar tu salud física, independientemente de la
enfermedad que estés padeciendo. 3
La fe lleva a una profunda confianza en Dios. La confianza en Dios
conduce a una perspectiva más optimista y positiva de la vida, porque
sabes que él se preocupa por ti y siempre está buscando lo mejor para
ti. Esta conciencia de la presencia de Dios en tu vida promueve la salud
física y emocional.
3. La fe lleva a las personas a asistir más a la iglesia. Por lo tanto,
tienen una mayor red de apoyo y un sentido de comunidad que contri-
buye a una sensación más intensa de bienestar.
Los estudios han demostrado que los fieles religiosos tienen un ries-
go de muerte significativamente menor en comparación con aquellos
que nunca asisten a la iglesia o que asisten con menos frecuencia, in-
cluso si se ajustan variables como la edad, el comportamiento de salud
y otros factores de riesgo. 4
3 Beth Holloway y Gail Nelson, “Can Optimism Make a Difference in Your Life?”, Universidad de
Rochester, Health Encyclopedia, disponible en <https://www.urmc.rochester.edu/encyclopedia/content.
aspx?contenttypeid=1&contentid=4511>, consultado el 29 de mayo de 2020.
4 Ver, por ejemplo, R. F. Gillum, Dana E. King, Thomas O. Obisesan y Harold G. Koenig, “Frequency
of Attendance at Religious Services and Mortality in a U.S. National Cohort”, Annals of Epidemiology,
v. 18, Nº 2 (febrero de 2018), pp. 124-129, disponible en <https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/
PMC2659561/>, consultado el 29 de mayo de 2020.