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50 Esperanza para un mundo en crisis
La Palabra de Dios refuerza la información presentada en estas en-
cuestas. En Hebreos 10:23 al 25, la Biblia comparte este beneficio positi-
vo de ir a la iglesia: “Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza
que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su prome-
sa. Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de
amor y buenas acciones. Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen
algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de
su regreso se acerca”.
Analiza brevemente este consejo divino y luego compáralo con la
investigación mencionada anteriormente. Una comunidad de fe nos
permite asumir relaciones altruistas con las personas. Esta actitud de
consideración mutua es saludable tanto para quienes comparten su vida
como para quienes reciben un intercambio desinteresado. Encontrarnos
para adorar, estudiar la Palabra de Dios y orar juntos nos brinda la opor-
tunidad de motivarnos unos a otros y de elevarnos.
¿Cómo hacer cambios positivos?
Tal vez te preguntes: “¿Cómo puedo hacer cambios positivos en mi
vida? ¿Dónde puedo encontrar la fuerza para adoptar las buenas prácticas
de salud? Lo he intentado y he fracasado en el pasado”. El secreto para
cambiar es unir nuestra débil voluntad a la fuerza todopoderosa de Cristo.
Podemos ser débiles, pero él es fuerte. Podemos ser frágiles, pero él tiene
un poder infinito. Solos no podemos, pero en él podemos hacer todo. Y
todo comienza con nuestra decisión personal. Mientras más excusas te-
nemos para nuestro comportamiento, más barreras creamos para el éxito.
Muchos, después de experimentar algunos reveses y fracasos, se rin-
den emocionalmente y dejan de intentarlo. Creen que, debido a que han
fallado previamente, nunca tendrán éxito. En otras palabras, continúan
viendo una barrera en su mente, incluso si no existe.
Al elegir cambiar, Cristo inmediatamente viene al rescate para rom-
per las barreras y darnos la fuerza que necesitamos. Las excusas nos im-
piden recibir su poder. A veces, construimos barreras dentro de nuestra
mente. Pensamos en todas las razones que hacen que el cambio sea tan
difícil.
Vemos las imposibilidades, pero el Señor es un Dios de posibilidades.
Él es el Dios capaz de abrir camino cuando no vemos la salida. Es el Dios