Page 52 - ESPERANZA PARA UN MUNDO EN CRISIS
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moderadas de luz solar son buenas y aumentan la inmunidad. Estos be-
neficios se pueden lograr con solo quince minutos de exposición diaria.
d) Descansa lo suficiente: Uno de los principios dados por Dios
para la buena salud es el descanso. Cuando estamos enfermos, nuestro
cuerpo se recupera mejor si hay descanso. Incluso después de pensar
que estás curado, es mejor ser cauteloso y descansar unos días más.
El descanso es una parte importante de cualquier buen plan para una
vida saludable. De hecho, es por eso que Dios nos dio el sábado todas
las semanas. Este día especial es una fuente de descanso de todas las
fuentes de estrés de la vida.
e) Evita el tabaco, el alcohol, las drogas nocivas y los estimulantes: El
mal hábito de fumar está relacionado con cientos de miles de muertes
por año. Es un factor de riesgo importante para enfermedades cardía-
cas, cáncer de pulmón, diabetes tipo 2 y otras enfermedades del estilo
de vida. Debilita el sistema inmunitario, causa periodontitis, aumenta
el riesgo de infertilidad y es una de las causas de embolia.
El alcohol es una causa importante de muerte prematura. Provoca
algunos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas y daño hepático.
Como el tabaco, es peligrosamente adictivo. El exceso de alcohol con-
duce a la depresión y a varias tragedias prevenibles, como accidentes
automovilísticos y otros. Según una clasificación hecha en el Reino
Unido, el alcohol es la droga más peligrosa del mundo. De hecho, no
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hay un nivel seguro de consumo de alcohol.
Uno de los mayores problemas con el alcohol es que afecta el ló-
bulo frontal del cerebro, donde se encuentra la conciencia, el razona-
miento y el juicio. Esto dificulta el proceso de toma de decisiones. El
Espíritu Santo se comunica con nuestro lóbulo frontal, guiándonos a
tomar decisiones positivas sobre el estilo de vida, para que podamos
comprender más plenamente la Palabra de Dios y seguir su verdad más
plenamente. El alcohol perjudica este proceso y nos hace menos sensi-
bles a la voluntad revelada del Señor.
Aunque es posible que no podamos evitar enfermarnos, podemos
preparar de la mejor manera nuestro sistema inmunitario para comba-
tir enfermedades. Somos capaces de fortalecer nuestro sistema inmu-
nológico para que luche contra las enfermedades.
2 David J. Nutt, Leslie A. King y Lawrence D. Phillips, “Drug Harms in the UK: A Multicriteria Decision
Analysis”, The Lancet, v. 376, Nº 9.752 (noviembre de 2010), pp. 1.558-1.565.