Page 64 - complot contra la iglesia
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implantar su dictadura totalitaria, han sembrado el pavor y la muerte de manera
tan cruel que los pobres rusos esclavizados al oir actualmente la palabra “judío”
tiemblan de terror.
Otro ejemplo de este tipo nos lo proporciona la falsa interpretación que
hacen los israelitas del versículo 16, del capítulo VII del citado Deuteronomio,
que dice:
“16. Devorarás todos los pueblos, que el señor Dios tuyo te ha de dar. No los perdonará
tu ojo ni servirás a sus dioses...”.
Mientras la Santa Iglesia da a este pasaje una interpretación igualmente
restringida, los judíos lo entienden de una manera monstruosa, en el sentido de
que Dios les ha dado el derecho para devorar a todos los pueblos de la Tierra y
adueñarse de sus riquezas. ya vimos (en el capítulo IV de la Primera Parte de
esta obra), lo que el rabino Baruch Levi escribía a su discípulo el joven judío
Karl Marx (más tarde fundador del socialismo malamente llamado científico),
dando supuestos fundamentos teológicos al derecho de los judíos para
adueñarse de las riquezas de todos los pueblos de la Tierra mediante los
movimientos proletarios comunistas, controlados por el judaísmo.
El versículo 24 del mismo capítulo VII, reza así:
“24. Y entregará sus reyes en tus manos, y borrarás los nombres de ellos de debajo del
cielo: nadie te podrá resistir, hasta que los desmenuces”.
Esta profecía que la Santa Iglesia refiere a los reyes pecadores que
gobernaban en la tierra de Canaán, los judíos la entienden con carácter
universal: consideran todas sus revoluciones y conspiraciones contra los reyes
de los tiempos modernos como empresas santas realizadas en cumplimiento
de las profecías de la Sagrada Biblia y además como un medio útil para lograr
el dominio del mundo, que también creen les fue ordenado por Dios en las
Sagradas Escrituras.
La constante tergiversación del sentido verdadero de las profecías de la
Biblia por los judíos, se encuentra nuevamente al leer el versículo 27 del
capítulo VII de la profecía de Daniel:
“27. Y que todo el reino, y la potestad, y la grandeza del reino, que está
debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo: cuyo
reino es reino eterno, y todos los reyes le servirán, y obedecerán”.
Mientras la Santa Iglesia interpreta esta profecía en relación al reinado
eterno de N.S. Jesucristo, los judíos consideran que ese reinado eterno sobre
el mundo será el de su raza sobre los demás pueblos, que llegarán a formar un
solo rebaño con un solo pastor, salido, naturalmente, de la grey de Israel.
La profecía de Isaías señala: (capítulo LX, versículos 10, 11 y 12),
“10. Y los hijos de los extraños edificarán tus muros, y los reyes de ellos
te servirán...11. Y estarán tus puertas abiertas de continuo: de día y de noche
no se cerrarán, para que sea conducida a ti la fortaleza de las naciones, y te
sean conducidos sus reyes. 12. porque la nación y el reino, que a ti no sirviere,
perecerá; y las naciones serán destruidas y desoladas”.
Esta profecía, que se refiere al reinado de Cristo y de su Iglesia (3),
adquiere para los judíos un sentido totalmente diferente que viene a cristalizar
en hechos, claramente reconocibles, dondequiera que se haya impuesto la
dictadura judeo-comunista en los diversos países que han tenido la desgracia
de caer en las garras del monstruo.