Page 50 - LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION
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forma de un ejército bien organizado que sepa luchar y combatir conscientemente contra
toda infección que pudiera invadir el organismo del Estado.
Este elegido de Dios es nombrado de lo alto para sujetar las fuerzas locas y desatinadas
movidas por el instinto, no por la razón, por la bestialidad y no por la parte noble de la
humanidad. Esas fuerzas triunfan ahora, roban, cometen toda clase de atentados, toda
suerte de violencias, bajo el pretexto de la libertad y de los derechos. Ellas han destruido
todo orden en la sociedad para levantar sobre estas ruinas el trono del rey de Israel; pero
su papel terminará en el momento en que ese rey ascienda a su trono.
Entonces hay que alejarlas de su camino en el que no debe quedar el menor obstáculo.
Entonces podremos decir a los pueblos: Dad gracias a Dios y prosternaos delante del que
lleva en su frente el sello de la predestinación hacia la que Dios mismo ha guiado su
estrella para que nadie, excepto ese predestinado, pueda libraros de todas las fuerzas y
de todos los males.
PROTOCOLO XXIV:
Consolidación de la estirpe del rey David.- Preparación del rey.-Exclusión de los
herederos directos.- El rey y sus tres mentores. - El rey-destino. - Intachabilidad de
costumbres exteriores del rey de los israelitas.
Pasaremos ahora a tratar de los medios de asegurar las raíces dinásticas del rey.
En esta obra nos guiarán los mismos principios que hasta ahora nos han suministrado
nuestros sabios para la dirección de todos los negocios mundiales. Dirigiremos el
pensamiento de toda la humanidad. Muchos miembros de la estirpe de David prepararán
los reyes y sus herederos, escogiendo estos últimos, no según el derecho hereditario,
sino teniendo en consideración sus cualidades sobresalientes; los iniciarán en los más
ocultos secretos de la política; en los planes de gobierno, siempre bajo la condición de
que nadie llegue a penetrar esos secretos.
El objeto de esta manera de proceder es que todo el mundo sepa que el gobierno no
puede ser puesto en otras manos sino en las de aquellos que están iniciados en los
misterios del arte de gobernar. Sólo a estas personas se les enseñará la aplicación de los
planes políticos, las enseñanzas de la experiencia de los siglos; todas nuestras
observaciones sobre las leyes político-económicas y sobre ciencias sociales ; en una
palabra, todo el espíritu de estas leyes que la naturaleza misma ha establecido como
infalible para normalizar por ellas las relaciones de los hombres.
Muchas veces los herederos directos serán excluidos del trono, si en el tiempo de sus
estudios dan pruebas de ligereza, de dulzura de carácter y de otras de esas cualidades o
defectos que son perjudiciales en el poder y que hacen ineptos a los hombres para
gobernar y dañan la actuación propia de un jefe de Estado. Sólo a estas personas se les
enseñará la aplicación de los fines firme e inflexiblemente, hasta cruelmente, si es
necesario, y recibirán de manos de nuestros sabios las riendas del poder.
En caso de alguna enfermedad que pudiera ser causa del debilitamiento de la voluntad,
los reyes deberán, conforme a la ley, abdicar en otras manos que sean capaces de