Page 283 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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272 Parte II. — Doctrina espiritual de Abenarabi
ción al oriente, refléjase en las obras juveniles dt Abenarabi, Tadbirat
y Mawaqui, las cuales, aunque matizadas de espíritu teosófico, no lle-
gan en esto a los extremos audaces que caracterizan al Fotuhat y al
Fosús, obras ya de su edad madura y redactadas en un medio más
abonado a las influencias del oriente extremo. En sus páginas, en efec-
to, y singularmente en las del Fotuhat, saltan a cada paso citas de
otros autores sufíes mucho más ocultistas y dados al esoterismo ex-
tremoso, que los españoles.
Estos, entretanto, sin dejar de seguir, aunque de lejos y con retra-
so, algunas de las corruptoras innovaciones del sufismo oriental, con-
servaron y transmitieron aquel más austero espíritu a las generaciones
subsiguientes de ascetas andaluces y africanos (1). El sevillano Abu-
medín, uno de los más admirados maestros de Abenarabi, fué quien lo
trasplantó a Marruecos, y de sus enseñanzas nació en el siglo xm
la famosa escuela, hispanoafricana, de los xadilíes, cuyo fundador,
Abulhasán el Xadilí, fué discípulo de Abdesalam Benmaxix, el jerife
cuya venerada tumba es todavía hoy objeto de un culto idolátrico en
el Chébel Alam, en el corazón de la tribu montaraz de los Beni Aros,
dentro de la zona de nuestro protectorado marroquí. Esta escuela
dio de sí entre los siglos xm y xv una pléyade de sutiles pensadores
místicos y de austerísimos ascetas, entre los cuales descuellan Abula-
bás de Murcia y Abenabad de Ronda, legítimos herederos de la es-
(1) A este respecto es muy sugestivo el pasaje del Fotuhat (III, 44), en
que Abenarabi explica y demuestra la superioridad espiritual de los místicos
malamies sobre los simples devotos o ascetas y sobre los sufies. El funda-
mento de tal superioridad estriba en que los malamies ocultan sus heroicas
virtudes y altos estados místicos tras el velo de la vida ordinaria, como si no
fueran santos, para atraerse así de la parte del vulgo el desprecio. Léase el
citado pasaje, que damos traducido en los textos. Ahora bien, es muy digno
de notarse que ese método de vida espiritual de los malamies es el que adop-
taron, según Abenarabi, muchos de sus maestros españoles que nombra (Fotu-
hat, III, 44), a saber: Sálih el Berberisco, Abuabdala el del Aljarafe, Yúsuf el
de Subárbol, Mohámed ben Casum, Abuabdala ben Almocháhid, Ben Yajmist,
Abdalá el Catán, Abuabdala el de de Almahdía, etc. Cfr. Risalat al-cods, § 3,
4, 6, 7, 27, 16, 36.