Page 284 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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Los "xadilies" y los "alumbrados"  273
        piritualidad de Abenarabi, más en  lo que ésta tuvo de típicamente
       cristiano, que en sus desviaciones iluministas (1).
          Cuando el ideario y la vida de esta escuela xadili lleguen a ser es-
        tudiados con  la atención escrupulosa que merecen, una sorpresa sin-
        gular espera  al historiador de  la espiritualidad española: en  los al-
       bores del siglo de oro de nuestra historia, han de verse aparecer co-
       existiendo dos corrientes paralelas de vida espiritual, cuyas mutuas
        analogías serán tan típicas y tantas en número, que semejarán dos
        ecos sintonizados de una misma lejana voz o dos imágenes simétri-
       cas de un mismo objeto, reflejadas en dos espejos distintos: la mís-
       tica musulmana emitirá sus últimos destellos por ministerio de los
        discípulos hispanos de la escuela xadili, a  la vez que con ímpetu in-
       sospechado surge, en  el solar cristiano de nuestra  patria, un rena-
       cimiento espiritual sin precedentes bastantes que expliquen la repen-
       tinidad imprevista de su explosión y  la alteza y profundidad de su
       ideología sutilísima. De un lado y otro, además, la misma bifurca-
       ción se ha de advertir en  las actitudes adoptadas por  los místicos
       musulmanes y cristianos:  la actitud de renuncia a los carismas, ca-
       racterística de algunos xadilies españoles y singularmente de Aben-
       abad de Ronda, tendrá su paralelo simétrico en San Juan de la Cruz;
       la sed inexhausta de fenómenos anormales,  el ansia de exhibicionis-
       mo milagrero, será estigma común del vulgo de los santones africa-
       nos y de  la turba de los alumbrados que irrumpe en Castilla y An-
       dalucía  al comenzar  el siglo XVI. Mucho se ha discutido sobre  el
       nebuloso origen de los alumbrados españoles, cuya filiación norteña
       —flamenca o alemana—algunos defienden; pero  el hecho de que no
       pocos de los adeptos de esta peregrina secta fueran moriscos con-
       versos es un síntoma no despreciable.

         (1)  Sobre la vida de Abdesalam Benmaxix y su culto en Marruecos, véase
       a Mouliéras, Le Maroc inconnu,  II,  s.  v., y a Michaux-Bellaire, Essai sur l'his-
       toire des confréríes marocaines (apud Hespéris, 1921, trim.
                                          2.°, pág. 141-159).
       Acerca del Xadili y su escuela espero poder publicar un estudio en que des-
       envolveré estas ideas.
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