Page 281 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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270 Parte II. — Doctrina espiritual de Abcnarabi
ejercicio de la presencia divina debe ser tan habitual y continuo, que
en todo momento piense el alma que Dios le está mirando (1); que
las moradas se prueban por las virtudes, es decir, por la fidelidad a la
gracia (2) ; que los cansinas no son signo de perfección ni condición
indispensable de ésta, porque la perfección estriba en lo normal y no
en lo extraordinario (3) ; que, en fin, hay que buscar tan sólo a Dios,
despegando la afición de todo lo que no es El, aun de los carismas e
iluminaciones (4).
Cierto es que la luz cristiana que ilumina este cuadro tiene sus
eclipses, que proyectan sobre él negras sombras, por la eventual inter-
posición de otras ideas y métodos espirituales, de abolengo extraño a
la tradición central y matriz del islam. También las hemos ido seña-
lando en sus peculiares puntos de inserción. Todas ellas se deben pro-
bablemente al contagio de la morbosa espiritualidad y del panteísmo
exaltado del oriente extremo, cuyos efectos padeció el islam tardía y
'jsporádicamente y con intensidad y extensión mucho menor que la in-
fluencia prístina del monacato cristiano. Afectan tales superfetaciones,
de modo singular, al canto religioso y a la oración de soledad, que
pierden la genuina austeridad y sencillez de su origen monacal, para
transformarse en ritos orgiásticos, tendentes al logro forzado del éx-
tasis histérico. El carácter budista o yogui de estos injertos reaparece
en la doctrina de la unión extática, cuyo tono panteísta es de un in-
manentismo tan extremoso, que no parece pueda explicarse por la mera
tradición neoplatónica.
Pero si hemos de ser ecuánimes en este juicio de síntesis, tampoco
es de olvidar que Abenarabi formula a menudo principios de criterio
y de conducta que invalidan, siquiera sea parcialmente, el morboso
influjo de aquellos ritos paroxísticos. Su franca condenación del canto
religioso es bien conocida. Y la renuncia de los carismas e iluminacio-
(1) Cunh, 43, 49; Tadbirat, 232.
(2) Mawaqui, 149.
(3) Mawaqui, 60; Amr, 96; Anwar, 28.
(4) Amr, 86, 97.