Page 527 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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       516         Parte 111.—Textos: Fotuhat, II, 459, 460
                 Una morada y un lugar de asilo.
                 Y  allí a los condenados
                Que en lecho de dolor yacen cautivos
                Torturaré incesante día y noche
                 Con  el eco doliente de mis gritos:
                 "¡Gemid, turba de infieles!
                 ¡Lamentaos conmigo!
                 Yo era sumiso esclavo
                 De un Señor nobilísimo
                 A quien mi corazón amar creía;
                Mas sincero no he sido.
                 Ni  fiel a mis promesas,
                 Y en pago de mi olvido
                 Mi Señor me somete
                 A este duro castigo (1)."
          [459] Refirióme Yunus, hijo de Yahya, en Meca,  el año 599, que
        Dzulnún contaba lo siguiente: "Salí a hacer la visita de la peregrina-
        ción a la Casa Santa de Dios, y mientras yo daba las vueltas rituales,
       me encontré con una persona que estaba pegada a los velos de la Caaba,
        llorando y diciendo entre sollozos: "Para todos, menos para Ti, he
        guardado ocultos mis pesares. Sólo a Ti he comunicado mis secretos.
        Pensando en Ti, de todas las otras cosas me olvido. Maravillado estoy
        al ver cómo pueden olvidarte aquellos que alguna vez te han conocido
        y cómo pueden soportar tu ausencia los que han llegado a gustar  [la
        dulzura de] tu amor!" Y luego se puso a decir:
                 "Tú me has dado a gustar el manjar dulce
                 De la anhelada unión contigo mismo,

          (1)  He aquí la versión literal de esta poesía:
        "Pues, cuando no encuentre la unión del amor, buscaré ansioso en  el fuego
                 [del infierno] una morada y un lugar de reposo.
        Allí inquietaré con mi lloro a sus habitantes [que yacen] día y noche en su lecho
                      de tormentos  [diciéndoles]
        "¡Oh vosotros politeístas!, gemid, pues yo soy un siervo que amaba  a un
                          noble Señor;
        [mas] no fui sincero en [eso] que yo pretendía, y mi recompensa de parte de Él
                      [ha sido]  este duro castigo."
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