Page 523 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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512 Parte 111.— Textos: Fotuhat, 11, 457, 458, 477
había pasado. He aquí, pues, una descomposición bien extraña, una
maravillosa transformación: no cesar de adelgazarse su grosero orga-
nismo, hasta convertirse en agua. Y [así resultó que] en un principio
[aquel amante] vivía en virtud del agua, y ahora se ha convertido en
vivificador de toda cosa, puesto que Dios afirma: "Y que por medio
del agua damos la vida a todas las cosas (1)." De modo que, según
esto, el que a Dios ama es el vivificador de todo ser.
Me refirió mi padre (¡Dios lo haya perdonado!), o mi tío—no sé
quién de los dos me lo contó— que vió a un cazador que había cazado
una tórtola silvestre, cuando llegó el macho, y, al ver éste que el caza-
dor la había matado, comenzó a revolotear en el aire describiendo
círculos, hasta que llegó a tan grande altura, que nosotros, que lo con-
templábamos, llegamos casi a perderlo de vista. Después plegó de pron-
to sus alas, se cubrió con ellas, inclinó la cabeza en dirección a la tie-
rra y comenzó a bajar produciendo en su descenso cierto zumbido,
hasta que cayó en tierra y murió inmediatamente a nuestra vista. ¡He
aquí el amor de un pájaro! ¿Dónde está, ¡oh amante!, el amor que tú
pretendes [sentir] hacia tu Señor?
Me contó Mohámed, hijo de Mohámed (2), que estando Sam-
nún (3) sentado en la mezquita y hablando acerca del amor divino,
llegó un pajarito a posarse cerca de él. Luego siguió aproximándose
más, hasta que acabó por detenerse delante de é!, y se puso a golpear
el suelo con el pico, hasta que comenzó a brotar de él la sangre y mu-
rió. Este fué el efecto del amor en aquel pájaro, pues Dios le hizo en-
tender las palabras de aquel maestro de espíritu, y el éxtasis le sub-
yugó y el amor se enseñoreó de él, para que sirviese de ejemplo y ex-
hortación a los que estaban presentes y de argumento contra los que
falsamente se jactan de amar a Dios.
De este amor divino [que consume], Dios nos dotó en medida co-
(1) Alcorán, XXI, 31.
(2) Suprimo en el texto la cadena de transmisores de esta anécdota, que
Abenarabi enumera.
(3) Célebre sufi, anterior a Alchonaid, y al cual se atribuyen sentencias
místicas sobre el amor divino. Cfr. Risala del Coxairí, pág. 25-26.