Page 57 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
Cuando, una o dos horas después, el conde entró silen
ciosamente en el cuarto, su llegada me despertó, pues me había
dormido en el sofá. Estuvo muy cortés y muy alegre a su mane
ra, y viendo que yo había dormido, dijo:
—¿De modo, mi amigo, que usted está cansado? Váya
se a su cama. Allí es donde podrá descansar más seguro. Pue
de que no tenga el placer de hablar por la noche con usted, ya
que tengo muchas tareas pendientes; pero deseo que duerma
tranquilo.
Me fui a mi cuarto y me acosté en la cama; raro es de
decir, dormí sin soñar. La desesperación tiene sus propias cal
mas.
31 de mayo. Esta mañana, cuando desperté, pensé que
sacaría algunos papeles y sobres de mi portafolios y los guarda
ría en mi bolsillo, de manera que pudiera escribir en caso de
encontrar alguna oportunidad; pero otra vez una sorpresa me
esperaba. ¡Una gran sorpresa!
No pude encontrar ni un pedazo de papel. Todo había
desaparecido, junto con mis notas, mis apuntes relativos al fe
rrocarril y al viaje, mis credenciales. De hecho, todo lo que me
pudiera ser útil una vez que yo saliera del castillo. Me senté y
reflexioné unos instantes; entonces se me ocurrió una idea y me
dirigí a buscar mi maleta ligera, y al guardarropa donde había
colocado mis trajes.
El traje con que había hecho el viaje había desapareci
do, y también mi abrigo y mi manta; no pude encontrar huellas
de ellos por ningún lado. Esto me pareció una nueva villanía...
17 de junio. Esta mañana, mientras estaba sentado a la
orilla de mi cama devanándome los sesos, escuché afuera el
restallido de unos látigos y el golpeteo de los cascos de unos
caballos a lo largo del sendero de piedra, más allá del patio. Con
alegría me dirigí rápidamente a la ventana y vi como entraban en
el patio dos grandes diligencias, cada una de ellas tirada por
ocho briosos corceles, y a la cabeza de cada una de ellas un par
de eslovacos tocados con anchos sombreros, cinturones tacho
nados con grandes clavos, sucias pieles de cordero y altas bo
tas. También llevaban sus largas duelas en la mano. Corrí hacia
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