Page 78 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
R. M. Renfield, aetat. 59. Temperamento sanguíneo;
gran fortaleza física; excitable mórbidamente; períodos de de
caimiento que terminan en alguna idea fija, la cual no he podido
descifrar. Supongo que el temperamento sanguíneo mismo y la
influencia perturbadora terminan en un desenlace mentalmente
logrado; un hombre posiblemente peligroso, probablemente peli
groso si es egoísta. En hombres egoístas, la cautela es un arma
tan segura para sus enemigos como para ellos mismos. Lo que
yo pienso sobre esto es que cuando el yo es la idea fija, la fuer
za centrípeta es equilibrada a la centrífuga; cuando la idea fija es
el deber, una causa, etc., la última fuerza es predominante, y
sólo pueden equilibrarla un accidente o una serie de accidentes.
Carta de Quincey P. Morris al honorable Arthur Holmwood
25 de mayo
"Mi querido Arthur:
"Hemos contado embustes al lado de una fogata en las
praderas; y hemos atendido las heridas del otro después de
tratar de desembarcar en las Marquesas; y hemos brindado a
orillas del lago Titicaca. Hay más embustes que contar, y más
heridas que sanar, y otro brindis que hacer. ¿No permitirás que
esto sea así mañana por la noche en la fogata de mi campamen
to? No dudo al preguntártelo, pues sé que cierta dama está invi
tada a cierta cena, y tú estás libre. Sólo habrá otro convidado:
nuestro viejo compinche en Corea, Jack Seward. El también va a
venir, y los dos deseamos mezclar nuestras lágrimas en torno de
la copa de vino, y luego hacer un brindis de todo corazón por el
hombre más feliz de este ancho mundo, que ha ganado el cora
zón más noble que ha hecho Dios y es el que más merece ga
nárselo. Te prometemos una calurosa bienvenida y un saludo
afectuoso, y un brindis tan sincero como tu propia mano dere
cha. Ambos juramos irte a dejar a casa si bebes demasiado en
honor de cierto par de ojos. ¡Te espero!
"Tu sincero amigo de siempre,
QUINCEY P. MORRIS"
Telegrama de Arthur Holmwood a Quincey P. Morris
26 de mayo.
"Contad conmigo en todo momento. Llevo unos mensa
jes que os harán zumbar los oídos.
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