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Por otro lado, acá los papás deben
reconocer que su rol implica una relación
enmarcada en el respeto hacía la norma y
es su proceso de formación el que
garantiza que su hijo e hija la obedezca en
otros escenarios. Los padres deben
reconocer y asumir como tarea principal
reconocer que es en la familia el principal
espacio de formación para relacionarse
con la autoridad por lo cual es la
experiencia de sus hijos e hijas en este
seno la que circunscribe el respeto y la
voluntad a la autoridad y la norma, en
términos de Pino, Gallego y López (2019).

Los padres, entonces, son quienes marcan
los ritmos del entorno familiar a partir de
una relación recíproca de respeto en la
cual los hijos aprenden a relacionarse con
la norma y con quienes tienen la
posibilidad de hacerla valer (p. 385).

Lo anterior implica que, las acciones que
los padres deben hacer en sus hijos para
incentivar la responsabilidad debe estar
guiada a partir de las etapas, crecimiento y
estímulos que se le brinde durante su vida,
por lo que desde muy temprana edad se
debe incentivar habilidades y actos que les
permita actuar con autonomía (Pino,
Gallego y López, 2019).
A manera de conclusión, las acciones en
conjunto entre familia- escuela propenden
por hijas no sólo para afrontar la vida, sino,
enfrentarse a un mundo cambiante,
incierto y complejo que les exige adaptarse
en menos tiempo y sin improvisar, por lo
cual, hay que prepararlos con criticidad y
herramientas para afrontar la formación y
GCF NEWS
la información (Díaz, 2012).

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