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HIMENOPLASTIA. EL BORDE ENTRE ESTÉTICA Y CIENCIA.

Himenoplastia. El borde entre estética

y ciencia

Regina José Galindo,
Himenoplastia, 2004

Claudia Mandel Katz

Claudia Mandel Katz
Docente universitaria. Fundadora y directora del Museo de las Mujeres de Costa Rica
(El presente artículo no utiliza la citación Vancouver al no ser un texto de información biomédica per se)

Regina José Galindo nació en Guatemala en 1974, es artista y escritora y trabaja
en el campo de la publicidad. En 1998 recibió el Premio Único de Poesía,
Fundación Myrna Mack. Ha publicado los libros: Para conjurar el sueño, Antología
de poetas guatemaltecas (1998), Tanta imagen tras la puerta, Antología de poetas
jóvenes guatemaltecos (1999) y Personal e intransmisible (2000). Recibió el León
de Oro de la 51 Bienal de Venecia en la categoría de mejor artista joven por
su performance Himenoplastia. Según la decisión del jurado, por “su fuerte
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impacto visual, en una acción de gran coraje contra el poder”. Su performance
consistió en someterse a una operación clandestina para reconstruir su himen.

1 Roselee Goldberg considera el performance como una estrategia deconstructiva, por cuanto las artistas que la adoptan se alejan de las técnicas tradicionales como la pintura y la
escultura, así como de los sitios de exposición –museos, galerías– centralizados por la historia del arte. Y, además, por ser el medio elegido cada vez por mayor número de artistas en todo el
mundo, para expresar –de acuerdo con Goldberg– “la ´diferencia` en discursos sobre multiculturalismo y globalismo” (Goldberg, 2000, p. 9).
Sally Dawson, en su ensayo “Los movimientos de mujeres: feminismo, censura y performance”, hace referencia a las historiadoras del arte Rozsika Parker y Griselda Pollock, quienes
proponen en Framing Feminism que el performance “ofrece a las mujeres la posibilidad de crear nuevos significados porque es más abierto y carece de una historia abrumadora, de
materiales prescritos y de contenidos obligados” (citado en Dawson, 1995, p. 204). En tal sentido, como bien explica Sally Dawson, los performances de mujeres son complejas luchas por
obtener el control sobre cómo somos representadas en el mundo y cómo elegimos representarnos: como ejecutantes, como mujeres, como nosotras mismas. Los temas y las ideas que se
abordan aluden a las maneras en que las mujeres son marginadas, ignoradas, proscritas, canceladas. Una cosa importante es que estas obras suponen identificar y desafiar los sofisticados
métodos y medios a través de los cuales las ideas y creencias llegan a aceptarse como ’verdaderas’ y ’hechos’ (Dawson, 1995, p. 208).

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