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PARA comPARtiR
Así, el trabajo parte de analizar los orígenes, tipos, ámbitos, expresiones y consecuencias de la violencia como un proceso social que entreteje el poder desigual
de mujeres y hombres. Se revisan también los papeles de género, los estereotipos, el sistema de dominación de género o patriarcado, y elementos de lo que,
desde ciertos marcos teóricos se categorizan como “micro” y “macrosistemas” –las identidades y las relaciones de género, las familias, las normas de género
de la comunidad-, elementos que reproducen y “naturalizan” la violencia de género en esas mujeres y sus parejas.
El trabajo documenta, en su estudio de caso, cómo los factores de género –por ejemplo, el desequilibrio en las relaciones de poder
entre mujeres y hombres desde la cultura patriarcal– están teniendo un papel significativo en el proceso social de la reproducción
y el crecimiento de la violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja.
Se asume que estos factores no explican todo, pero sí permiten entender el proceso social de este tipo de violencia y que, por lo tanto, se pueden generar
procesos de cambio al resignificarlos, es decir, se propone trabajar desde el cuestionamiento de esos anclajes socioculturales de género para generar una
transformación en las condiciones de vulnerabilidad de las mujeres de la comunidad de Pablo Escaleras.
El artículo documenta el estudio de caso de tres mujeres que viven o vivieron violencia de sus parejas. Construye un aporte básico, aunque con puntos clave,
para entender cómo se construye socialmente la violencia de género, resaltando mecanismos importantes para desarticular el ciclo de la violencia en las
relaciones de género, su reproducción y crecimiento. Es destacable que el taller, como alternativa de intervención originalmente dirigida a las tres mujeres del
estudio, se haya convertido en un espacio donde finalmente convergieron 16 mujeres de esa comunidad para compartir entre ellas sus expe-riencias y
abordar la construcción de su empoderamiento.
Es importante resaltar también algunos de los logros alcanzados por las mujeres en el trabajo de grupo, tales como la identificación de los tipos de violencia,
el reconocimiento de sus derechos y su relación con un marco jurídico local, nacional e internacional, que el Estado debe garantizar y promover para erradicar
la violencia contra las mujeres. La importancia de la educación para la equidad de género en las familias, así como la relevancia de reconocer la red social e
institucional para prevenir o atender situaciones de violencia y de poseer herramientas personales para la resolución no violenta de conflictos, fueron otros
de los aprendizajes reconocidos por las mujeres que participaron en el taller. Sin duda estamos hablando de una experiencia cualitativamente exitosa.
No obstante, no puedo evitar comentar que estos notables avances se agotan en el marco de un contexto en el que muchos de los factores que contribuyen
a sostener la violencia de género, permanecen intactos, dejando a las participantes en la incertidumbre de una realidad que requiere de otros componentes
para poder garantizar un cambio sostenible (entre ellos, el trabajo con hombres, también desde la perspectiva de género).
Comentarios sobre el modelo de
intervención de trabajo social en atención
47 a mujeres víctimas de violencia de pareja en la
comunidad de Pablo Escaleras, Aguascalientes