Page 118 - Desde los ojos de un fantasma
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—¿En sueños?
—No, Haruki, mis poderes de bruja aún no me dan para tanto… En la librería de
Olli encontré un libro de fotos de Lisboa. Por la tarde me siento en el sillón, y
mientras allá abajo la calle Ozuki hierve de animación, yo me pierdo por esos
callejones que tú ya conocerás tan bien.
—No se crea… son muchas subidas y bajadas, derechas e izquierdas… Ya
sabe…
—Bueno, bueno… ¿Y qué habrá pasado con la muchacha?
—Se la tragó la tierra.
—Más bien se la habrá tragado el convento.
—Puede ser…
—¿Haruki?
—Sí, madre…
—¿Puedo pedirte un favor?
—El que quiera.
—La próxima vez llámame a las tres de la mañana. Quiero despertarme a esa
hora, se me ha ocurrido un plan.
—¿Segura, madre?
—Sí, Haruki, vamos a ver si encontramos a esa muchacha escurridiza.
—…
—Tú hazme caso, hijo. La próxima vez que llames quiero que me despiertes en
la madrugada.
—Como usted guste, madre... Pues la dejo. Pasaré a comer algo y por la tarde
pienso darme una vuelta por el convento.