Page 19 - Cuentos del derecho… y del revés. Historias sobre los derechos de los niños
P. 19

HAY DE ABUELITAS A ABUELITAS






               M. B. Brozon






               DESPUÉS DE MUCHOS AÑOS —todos los ocho que tenía encima, justamente
               —, Lui experimentó una mezcla muy rara de gusto y ansiedad cuando, al
               asomarse por el balcón un domingo, vio que unos hombres bajaban muebles de
               un camión de mudanza. Nuevos inquilinos no era algo que sucediera con mucha
               frecuencia por su edificio. Pidió permiso a sus papás para bajar a ver a quienes
               estaban a punto de convertirse en sus vecinos. Su mamá asintió despreocupada y
               su papá igual, pero sin quitar la vista del diario. Lui bajó por las escaleras los
               cinco pisos que separaban su departamento de la planta baja.


               Las dos emociones continuaban cuando Lui vio a aquellas dos mujeres que
               tendrían más menos la edad de su propia madre; el gusto ganó algo de lugar a la
               ansiedad cuando una niña, quizá un poco mayor que ella, asomó su nariz pecosa
               y sus grandes mejillas hacia el cubo de la escalera, desde donde Lui ejercía su
               labor de espionaje. Sus miradas se cruzaron por un momento. Lui solo sonrió, no
               se le ocurrió algo que decir. La otra rompió el silencio con una pregunta cuya

               respuesta, a decir de Lui, era un poco lógica.





               —¿Vives aquí?


               —Sí. Y también mis papás y Alejandro, mi hermano, que tiene tres meses. ¿Y
               tú?


               —Yo viviré aquí con mi mamá y mi tía y mi abuelita. Hermanos no tengo,
               gracias.


               Aquí fue cuando el gusto empujó a la ansiedad y ganó terreno en el ánimo de
               Lui. Por fin, una abuelita en el edificio.
   14   15   16   17   18   19   20   21   22   23   24