Page 35 - Llaves a otros mundos
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culpa están separados y este mundo puede desaparecer. Así que ahora seguirás
mis decisiones, para que tú y yo arreglemos el desorden que entre ellos y tú han
hecho.
Ana no acostumbraba hablar con cosas sin ojos, pero había sido un día tan raro
que bien valía la pena hacerlo por primera vez.
El monitor de la computadora seguía en blanco, con una sola frase: INSERTE
DISCO.
Pensó que ahí había concluido la búsqueda. El guisado de mamá comenzaba a
oler, y rico. Tal vez sería mejor rendirse. Ignoraba de qué disco hablaba la frase,
y la rana no había logrado decírselo. Por un momento se vio muy pequeña, ella
solita, con tan pesada misión, sin más armamento que una computadora, una
llave en una mano y en la otra…
¡El disco de los Doors! Había que intentarlo. Insertó el disco y esperó.
CARGANDO MAPA, leyó Ana.
Después vio una serie de puntitos negros sobre un fondo amarillo. Una especie
de rosa de los vientos, pero en tercera dimensión y con muchas más letras que
las habituales N, S, E y O. Ana se aventuró a picar en uno de los puntos. Se abrió
un pequeño cuadro de texto.
Nombre: KRUJKEN
En este mundo habitan los kriitas, una especie de calamares terrestres sin más
sentido que el del tacto de sus tentáculos. Aun así, logramos comunicarnos con
ellos. Son extremadamente inteligentes. Nos dieron mucha información sobre el
brujo, que adjunto a estas notas.
Ana hizo clic en otro punto y se desplegó información similar, pero de seres
alados, sin rostro. Ana dedujo que estas descripciones de los mundos y sus
habitantes peculiares era la información que su padre había anotado en su
bitácora de viaje junto con los mapas de cada mundo visitado.