Page 117 - El Bosque de los Personajes Olvidados
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—Y ASÍ OCURRIERON LAS COSAS —escribió melancólico el Príncipe
Verde.
—Sí, así fueron —agregó Anjana—. Pareciera que fue hace mucho, ¿no es
cierto?
—Sí.
—¡Ejem! —los interrumpió el Octavo Enano—. Disculpen, sus altezas, pero ¿no
se supone que aquí entro yo?
—Claro, aquí entras tú —escribió Anjana.
—¿Acaso no podías esperar un momento? —rezongó el Príncipe Verde.
—Ya tuviste muchas hojas para lucir toda tu realeza, así que, como dicen en mi
pueblo: “ahuecando el ala”.
—Eres un…
—¿Un qué, un qué?
—¡Ya basta! —escribió Anjana—. Raki tiene razón, es hora de que cuente cómo
lo conocimos.
—A veces preferiría no conocerlo —declaró el Príncipe Verde.
—Pero en el fondo sabes que no podrías vivir sin mí —le respondió el Octavo
Enano.
—Eso dices.
—Bueno, ya basta. Raki, comienza, por favor —intervino Anjana.
—Gracias, princesa.
—Gracias a ti por venir.
—Y dice más o menos así: