Page 23 - Un poco de dolor no daña a nadie
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vida al encontrar un chanate sin ojos en una cubeta con agua. Le entró una crisis
nerviosa y tuvieron que ir a sobarle la tripa mientras papá le recomendaba que no
dijera nada, que iba a asustar a las niñas.
La verdad es que hasta yo me asusté. La casa se estaba llenando de cadáveres
que alguien arrojaba. Anoche algo cayó en el tejado del porche. No quise
asomarme para averiguar.
Papá se levantó temprano, fue hacia el jardín, recogió algo del suelo y lo
envolvió en hojas de periódico antes de arrojarlo a la basura. Se ve que olía mal,
porque hizo gestos de repugnancia. A las dos de la tarde, cuando vino a comer y
nos sentamos todos alrededor de la mesa, acarició a Luz María y escupió estas
palabras:
—Nos ha costado mucho trabajo ser una familia tranquila y respetuosa que no le
hace daño a nadie. Y lo seguiremos siendo, a pesar de todo.
En ese momento llegó desde la calle el maullido desgarrador de nuestra mascota,
pero tratamos de no hacerle caso y hundimos la cuchara, sin hambre, en el flan
de vainilla, que se veía exquisito.