Page 116 - El disco del tiempo
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—Ya te lo dije, en la aventura de descifrar un texto antiguo.
—Pues hay alguien que no quiere que lo descifres, ¡y habla en serio!
Philippe guardó silencio. Sí, era peligroso. No sabía de qué manera, pero el
peligro se intuía en el ambiente.
—Vamos a la policía a denunciar el ataque —propuso Marco.
—Tengo una mejor idea, vayamos a ver si Nuria está bien.
—¿Qué tiene ella que ver?
—No tiene caso ocultártelo ahora. También fue contactada para venir a Creta,
estudiar el disco, intentar descifrarlo y publicar los resultados en una página
electrónica.
—¿Qué? —se asombró Marco—, ya imaginaba que entre tú y ella había algo en
común.
—Espero que no sea el peligro de muerte —reviró Philippe, preocupado.
—¿Tienes idea sobre qué intereses hay en juego?
—Sí y no. Se me pueden ocurrir intereses de todo tipo, desde los económicos,
como la especulación en torno a un objeto arqueológico valioso, hasta los
patrióticos (¿qué tal si es falso?) y los esotéricos: sectas locas, nuevos sacrificios
humanos y todo eso…
—Lograste asustarme y eso que soy de Jalisco.
—¿Jalisco? ¿Qué es Jalisco?
—No es justo. Yo sí sé lo que es la Provenza y tú nunca has oído hablar de
Jalisco. Es un estado de la República Mexicana en donde, se supone, ahí los
hombres son muy machos… En fin, ¡olvídalo! Vamos a buscar a Nuria e
inmediatamente después daremos parte a la policía.
Nuria dormía tranquilamente en la posada de Kyria Vroula cuando escuchó