Page 130 - El disco del tiempo
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dios de cerúlea cabellera hacía estallar la isla de Thera para que se acabara el
mundo de bronce de Minos, que lo había ofendido.
Amanecía cuando Nuria regresó a su habitación en la posada griega a través de
las espirales del disco. Estaba sentada en el borde de la cama. Entre sus manos
sostenía el disco que había traído de Festos. Lo seguía mirando cuando la Aurora
tiñó el cielo con el azafrán de sus dedos y despertaban los ruidos de cada día en
las calles de Herakleion, en la isla de Creta.