Page 65 - La vida secreta de Rebecca Paradise

mago! ¡Y no me importa si no me crees, idiota! ¡Te juro que es verdad! ¡¡Te juro

que es verdad!!

Los grupos de nuestro alrededor se volvieron para ver qué sucedía y yo terminé
soltando a Sofía. Despeinada pero muy tranquila, ella me miró por última vez, se

levantó y caminó hasta Leanne. No sé lo que le diría, pero la profesora le señaló
un nuevo grupo al fondo de la clase y ella se dirigió allí con mucha calma y la
nariz mirando al techo. Leanne se acercó:

–Ya veo que habéis perdido a una viajera. Tratad de discutir con calma o no
habrá vacaciones ni recreo para vosotros. No más gritos, ¿entendido?

–Pero Leanne, por favor... –protesté.

–Ni una palabra más, Úrsula.

Por lo visto, ya no éramos tan amigas. Yo intenté calmar mi respiración, que
sonaba como después de la clase de gimnasia con la profesora Treadmill.

–Bueno –murmuró Álex, confundido–. Entonces... eh... ¿adónde querrías ir?

–Me da igual. A un sitio donde no tuviera que ser yo.

–¿A un qué?

Bajé la vista hacia el papel donde había apuntado todos los sitios a los que nos
apetecía viajar. Seguía en blanco.

–A un lugar donde pudiera ser una persona distinta, y no esta idiota de Úrsula.

Álex me miró, pensativo. Para él, ninguna propuesta parecía lo bastante

estúpida.

–En realidad –repuso por fin–, ese lugar existe.