Page 83 - La niña del vestido antiguo y otras historias pavorosas
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XI


               —No le hagas caso —comentó Sergio, para tranquilizarlo—. Le gusta que le
               tengan miedo. Como a su papá.


               —¿Su papá?


               —Sí, es el señor que viene en la camioneta negra y trae oro por todas partes.
               Aunque hace rato que no lo veo.


               Comieron sus tortas mientras miraban a tres niños jugando en los columpios.
               Después de pensarlo, Bruno le confesó el secreto:


               —Encontré un pie.


               —¡¿Un pie?!

               —No grites.


               —¿Qué clase de pie?


               —Un pie común.


               —No manches. ¿Es en serio?


               —Por eso no te quería decir nada…


               —Está bien, está bien, te creo.


               —Vamos a verlo ahora, si quieres.

               Se citaron a las cuatro en la fábrica de ladrillos.







                                                            XII


               El viento barría algunas hojas en el suelo y las reunía en una esquina de la
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