Page 79 - La niña del vestido antiguo y otras historias pavorosas
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El hallazgo
I
Las primeras detonaciones lo arrancaron del sueño. La oscuridad era tan densa
dentro de su habitación como fuera de ella. Bruno abrió los ojos y trató de ver
las luces de los cohetes a través de la ventana, pero no encontró ni un rastro de
luz rayando el cielo. La distancia fue devorando aquel ruido hasta que dejó de
oírse. A Bruno le costó trabajo dormir de nuevo.
II
A la mañana siguiente el miedo se sentó con ellos a desayunar. El silencio les
impedía a todos separar los labios. Mientras revolvía el azúcar del café, el papá
de Bruno habló:
—Parece que hubo un problema de este lado de la ciudad. Todo está bien. No
pasó nada. No se preocupen. Coman.
Pero la cuchara temblaba entre sus dedos.
III
En la escuela se repetía la misma rutina: la maestra revisaba tareas, escribía en el
pizarrón, regañaba a los que platicaban demasiado. El timbre de recreo daba un
respiro. Los niños se amontonaban en la tienda escolar. Algunos jugaban futbol
en la polvorienta cancha, otros comían nachos, las niñas reían. Gonzalo, un niño
corpulento y fanfarrón, se metió hastaadelante de la fila empujando a los demás.
Bruno lo miró mientras el abusivo se jactaba,triunfante.