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Bases del aprendizaje deportivo. Tema 5 – La gestión de los Recursos Humanos en el deporte.



                      •  El criticón: Pone de manifiesto los defectos de los otros tratando de atraer la atención
                         a sus propias virtudes rebajando a los demás.

                      •  El autoritario: Quiere imponer sus propias normas y por ello se opone a la libertad de
                         pensamiento, a la creatividad, a poder construir entre todos, al consenso, etc.

                      •  El desordenado: Llega tarde, siempre le falta algo, esta apurado, pide prestado y no
                         devuelve.

                      •  El individualista: Siempre quiere anotarse todos los éxitos del grupo como propios.

                      •  El rebelde: No acepta ni las consignas, ni las normas grupales. Quiere pasar por encima
                         de los demás.


                  4. LIDERAZGO EN LOS GRUPOS DE TRABAJO:



                         Como veíamos, dentro de los roles positivos, estaba el rol de líder. El líder es aquel que
                  tiene potestad para coordinar, dirigir, mandar, etc. a sus compañeros. Este poder vendrá dado
                  bien porque lo marque el organigrama de la empresa (posición) o bien porque sus compañeros
                  decidan otorgarle ese poder de acuerdo a sus conocimientos, aptitudes, etc. (estatus).

                         Una  de  las  tareas  más  apasionantes  de  un  líder  es  la  de  conseguir  coordinar
                  correctamente a su equipo o equipos de trabajo.

                      En los grupos de trabajo se fomentará el trabajo en equipo y se buscará que las tareas de
                  todos y cada uno de los integrantes estén en perfecta sintonía. En este sentido, hay una serie
                  de aspectos que todo líder debe cuidar:

                      1.  Tener una visión global del trabajo que hay que realizar. El líder no puede limitarse a
                         saber qué se va a hacer en el corto plazo. Ha de tener una actitud más “visionaria” que
                         le  permita  adelantarse  a  las  necesidades  de  la  organización  y  del  equipo.  Esto  le
                         permitirá responder más rápidamente ante los cambios y/o imprevistos que puedan
                         surgir.

                      2.  Establecer un objetivo común. De nada sirve coordinar si no sabemos hacia dónde nos
                         lleva el trabajo que realizamos.

                      3.  Conocer a su equipo. Un grupo es un conjunto de personas distintas entre sí, cada una
                         con  una  manera  de  pensar  y  una  forma  de  actuar.  Conocer  a  cada  uno  de  los
                         miembros  es  fundamental  para  poder  asignarle  las  tareas  que  mejor  desarrolle,  de
                         forma  que  incida  positiva  y  directamente  en  su  motivación  y  contribuya  a  su
                         especialización.

                      4.  Definir  los  roles  del  equipo  es  una  acción  completamente  ligada  al  punto  anterior.
                         Cada  persona  juega  un  papel  dentro  de  la  organización  y  sólo  si  logramos  que
                         desarrolle  el  que  verdaderamente  le  corresponde,  en  función  de  sus  aptitudes  y
                         capacidades, estaremos contribuyendo a afianzar el equipo.
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