Page 20 - El arte japonés de la guerra : entendiendo la sabiduría de la estrategia
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16 EL ARTE JAPONÉS DE LA GUERRA
algunos monasterios budistas se convirtieron también en
poderosos terratenientes, llegando a formar miniestados
completos, que poseían sus propios siervos, industrias, ban-
cos, gobiernos y fuerzas armadas.
La división interna del poder y la ausencia de una fuer-
te dirección central fomentaron la lucha entre intereses
regionales, que se intensificaron a lo largó de los siglos X
y XI. Las élites guerreras de las provincias aumentaron poco
a poco sus demandas, hasta llegar a controlar las rentas de
la tierra, restando poder y riqueza de las manos de los aris-
tócratas de la corte, que eran los que poseían los títulos
legales de propiedad de la misma. Este movimiento políti-
co también alentó a los guerreros a luchar entre sí.
Hacia el año 1100, la mayor parte de Japón, excepto el
área cercana a Heia/Kioto, estaba bajo control militar
local, y el siglo XI fue testigo de una guerra civil práctica-
mente permanente. En el año 1185, el clan guerrero más
poderoso estableció un gobierno militar centralizado, sien-
do el primero de los tres regímenes que dominaron la
sociedad, la política y la cultura japonesas durante los siglos
posteriores.
La fuerte presencia militar que marca la historia interna
de Japón ha imprimido ciertos elementos del genio guerre-
ro en importantes áreas del pensamiento y de la sociedad '
Japonesa, trascendiendo ampliamente el contexto original
del arte de la guerra. Durante cientos de años los samuráis
no sólo eran dueños del destino político de la nación, sino
que también fueron considerados como líderes de la
conciencia popular. La moral y el espíritu del guerrero eran
tan importantes por su poder material como por su influen-
cia social.