Page 372 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
P. 372

iam  extremi  essent  in  prospectu,  equites  a  Q.  Atrio *
         ad Caesarem  venerunt,  qui  nuntiarent  superiore  nocte,
         maxima  coorta  tempestate,  prope  omnes  naves  adflic-
         tas  atque  in litore eiectas esse,  quod neque  ancorae fu-
         nesque subsisterent neque nautae gubernatoresque vim
         tempestatis  pati  possent:  (3)  itaque  ex  eo  concursu  na­
         vium  magnum  esse  incommodum  acceptum.

            XI.     (1)  His  rebus  cognitis,  Caesar  legiones  equita-
         turnque  revocari  atque  in  itinere  resistere  iubet,  ipse
         ad  naves  revertitur;  (2) eadem  fere  quae  ex  nuntiis  lit-
         terisque cognoverat coram perspicit,  sic ut,  amissis cir­
         citer x l  navibus,  reliquae tamen refici posse magno ne­
         gotio viderentur.  (3)  Itaque ex legionibus  fabros  deligit
         et ex continenti alios arcessi iubet;  (4) Labieno *  scribit
         ut  quam  plurimas  possit  iis  legionibus  quae  sint  apud
          eum  naves  instituat.  (5)  Ipse,  etsi  res  erat  multae  ope­
          rae  ac  laboris,  tamen commodissimum esse  statuit  om-






          a  César  unos  jinetes  enviados  por  Q.  Atrio  a  anunciarle  que  en  la  pasada
          noche,  habiendo  surgido  una  tempestad  enorme,  casi  todas  las  naves  ha­
          bían  sido  averiadas  y  arrojadas  sobre  la  costa,  porque ni  las  anclas  ni  las
          amarras  las  contenían,  ni  los  pilotos  podían  resistir  la furia  del  temporal;
          (3) que, por consiguiente, del entrechoque de las naves había resultado gra­
          ve  daño.
            XI.   (1)  Con  estas  noticias,  César  manda  volver  atrás  las  legiones  y  la
          caballería  y  él  mismo  vuelve  a  las  naves;  (2)  allí  ve  por  sus  propios  ojos
          lo  mismo  que  ya  le  habían  comunicado  de  palabra  y  por  escrito,  siendo
          así que, perdidas unas cuarenta naves, las restantes podían,  al parecer,  ser
          reparadas,  si  bien  a  costa  de  gran  trabajo.  (3)  En  vista  de  ello,  saca  de
          las  legiones  algunos  carpinteros  y  manda  llamar  otros  del  continente.  (4)
          Escribe a Labieno que con ayuda de sus legiones prepare el  mayor número
          posible  de  naves.  (5)  Él,  por  su  parte,  aunque  la  empresa  era  de  muy  fati­
          goso  trabajo,  pensó que  lo mejor  sería  sacar a  tierra  todas  las  naves  y de-
                                  106
   367   368   369   370   371   372   373   374   375   376   377