Page 29 - Proyecto Integrado--Jonathan Molina Mesa
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Leyenda:
Martinico vivía con una familia muy buena, pero con el paso del tiempo se hartaron de sus
travesuras. Un día sus familiares decidieron mudarse porque no lo soportaban más. Es sabido
entre todos que los duendes domésticos tienen un gran apego a la familia y si se cambian de
casa estos lo seguirán también. Pero la familia descubrió que Martinico iba con ellos y cuando
se dejó ver, la familia lo cogió y lo tiraron al fondo del aljibe más cercano.
Aquí se desarrollaría como una yincana las últimas pruebas. (En busca del tesoro)
Cap. 4: Agrilla el hada del Albaicín.
La última parada y la última historia será en el Carmen de la victoria. Allí nos
encontraremos con algo especial para los niños.
Los carmenes eran casas moriscas donde tras la conquista de granada los cristianos
habitaban. Por el aspecto sigue recordando a construcciones musulmanas y es debido que
antes de que echasen a los musulmanes los cristianos usaban a siervos musulmanes para
que lo construyesen.
Leyenda:
Cuenta la leyenda que, en tiempos nazaríes, las jóvenes granadinas del Albaicín de Granada,
solían bajar a recoger agua a una fuente. Tan mágico les parecía el lugar, que habían
pactado mantener la existencia y ubicación de esa fuente y ese lugar en secreto.
En ella vivía una doncella hechizada y convertida en hada llamada Agrila.. Si el hada Agrila
se sentía feliz, el agua de la fuente era muy dulce. Cuando Agrila está triste y llora, sus
lágrimas amargaban las aguas.
Ella era la protectora de todos los seres que habitaban en el Albaicín. Y no olvida que el
hombre es el causante de su pena.
Pero pasado el tiempo, algunas jóvenes comenzaron a utilizar este secreto para su propio
beneficio. Acudían a la fuente del hada Agrila y recogían en cántaros diferentes las aguas
amargas, normales y dulces. Habían descubierto que, si le daban demasiada agua amarga a
la gente, estas se enfadaban o se ponían tristes, hasta podían llegar a provocar depresión.
La gente empezó a sospechar., pero un muchacho entendió lo terrible del secreto que
guardaban las mujeres granadinas y ordeno a los soldados que se dirigiesen a tal fuente
secreta para acabar con Agrila. Pero esta no se dejaba ver tan fácil.
Sin embargo, cansados de buscarla, volvieron a Granada, dejando descuidada el agua, de
nuevo al alcance de cualquiera.
Dice la leyenda que tras la conquista de Granada por parte de los Reyes Católicos, el hada
Agrila desapareció del Albaicín, expulsada por los propios cristianos. Tras tener que
abandonar el que había sido su hogar durante siglos, derramó tantas lágrimas que las aguas
de la fuente fueron, para siempre, de sabor agridulce.