Page 165 - 0003476
P. 165
:68 G. Mar anón I
Lo que pasa es que los fariseos que
rasgan sus vestiduras cuando oyen de
cir que los padres enfermos o de con
dición mísera deben limitar su prole
no son capaces de sacrificar virilmente
su instinto; y por satisfacerlo ponen, a
sabiendas, en peligro la existencia de
una mujer; y engendran, consciente
mente, un ser miserable condenado a
morir: ése que arrancará de los pro
pios padres un suspiro de alivio «cuan
do suba al cielo». Y a esto es a lo que
algunos moralistas llaman «victoria del
espíritu sobre la materia».
«Cásate para no quemarte», decía
el Apóstol; y he repetido yo tantas y
tantas veces; pero el Apóstol no dijo:
cría hijos enfermos y destroza a una
mujer nada más que para no quemarte.
Entre quemarse y ser un malhechor,