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Vocación y ética
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vestimenta igual fué el núcleo de SU
vocación, en este caso, por dicha, ver­
dadera. Otro hombre agudísimo, que
fué, con pleno acierto, ingeniero, me
contó que, siendo hijo de familia de
humildes labradores, sintió, a los cinco
años, la confusa comezón de su ca­
rrera futura porque oyó en su casa,
en la que los viajes en tren eran pecu­
niariamente casi inaccesibles, que el
ingeniero viajaba gratuitamente y cuan­
tas veces quería; y el niño ambicionó
poder viajar así cuando fuera mayor. Y l
podrían multiplicarse estas anécdotas.

Resumen de las categorías
de la vocación.

Hay, pues, una vocación por anto­
nomasia, que es la vocación religiosa,
expresión pura del amor hacia un obje-