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V oc ación y ética

naranja de la actividad social que ajus­
te exactamente con nuestra vocación.
Lo más corriente es que el instinto se­
xual y el amor se susciten por detalles
momentáneos y accesorios, cuya efica­
cia de atracción se desvanece después;
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como la elección profesional, se suscita
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por esos detalles, ya comentados, que ..
tienen la apariencia circunstancial de I H o
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vocación, sin serlo verdaderamente. El 5 r:
desengaño y la tragedia, en la vida amo­ o u z.
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rosa y en la vida social, serian la con­ e o
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secuencia obligada, si no existiera esa IL Cí I
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capacidad prodigiosa que tiene el hom­ O
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bre de crear, a la larga, el amor o la
oc
vocación sin vocación y sin amor ini­
ciales, tan sólo con el material de la
convivencia y la buena voluntad. Esta
aptitud, la más noble de nuestra espe­
cie, la que más nos acerca al Dios crea-