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Fueron encontrados por             los  perros   de   unos    campesinos,

                  los  cuales   los  llevaron a     la  fortaleza, aunque Torquemada               dio
                  órdenes      que   a   nadie    dijesen    nada.    Tardó     dos semanas         en

                  recuperarse,  y  después formó              un   pequeño       destacamento, y

                  llegada    la  noche, fueron        al campamento          de   los   gitanos,   los

                  rodearon      y mandó        encender       la  hierba  seca      alrededor del

                  campamento         gitano.    Esa    noche, murieron          quemando        vivos
                  todos los niños, mayores,            jóvenes,    todo   fueron     quemados.       Y

                  así  limpio     su  deshonor       el  Inquisidor  ¿Verdad?           Es posible,

                  pero    lo  que   esta   historia   trata  de   reflejar,   es aquello  que       en

                  verdad hizo      durante     toda   su  vida, y que      fue  enviar    gente   a  la

                  hoguera. Así       su  mandato      terminó     con gitanas quemadas por

                  brujas   y  a judíos, por     propagar      herejías contra      el  cristianismo.

                  La   cifra  más moderada         de   esta  matanza     es de   2.000 personas

                  quemadas en        la  hoguera, y más        de  25.000     procesados, de       los

                  cuales el 90% fueron judíos conversos.





                              EL REGLAMENTO INQUISITORIAL DE

                                                TORQUEMADA


                         Ese   reglamento      redactado     por   Torquemada, fue          como     la

                  Constitución       de   la  Inquisición, algunos de           los artículos que
                  tenía eran los siguientes:



                         3.-  Señalaba       treinta    días   de    termino      de gracia para
                  delatarse a sí     mismos      como herejes, si        querían     librarse   de   la

                  confiscación  de       bienes,    bien   que    con    sujeción    a  penitencias

                  pecuniarias.


                         6.-  “Parte      de    la  penitencia       del reconciliado         sea  la

                  privación     del ejercicio    de  todos    los  empleos     honoríficos,     y  del

                  uso de oro, plata, perlas, seda y lana fina, de manera que todo
                  el mundo conociera la infamia en que se había incurrido por el

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