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crimen de la herejía. Disposición terrible y que solo sirvió para

                  enriquecer      á  la curia romana con             peticiones de       breves de
                  rehabilitación, hasta que se mandó petición de los reyes por el

                  papa  Alexandra  VI,          en 17      de   setiembre      de   1.498,  que      la

                  facultad de     rehabilitar    perteneciese      al  inquisidor    general, bien

                  que aquel      pontífice añadiese la injusticia de anular                todas    las

                  concedidas hasta la fecha.”


                         15.- Se autoriza el tormento para que confiese.


                         16.- Si alguno declara como testigo, no se dará copia a los
                  acusados.  (Dicho        de   otra   manera,      si  alguien    te acusaba,      no

                  había    manera     de librarse de la acusación,  aunque esta                 fuera

                  falsa).



                         19.- Si alguien no comparecía, se le tuviese por hereje.

                         21.- Se acuerda que la Inquisición tenga representantes en

                  pueblos. Es decir por toda España.


                         Eran    todas aberraciones, una          tras otra.   En   total  el primer

                  reglamento       inquisitorial tenía  28       artículos,    que luego      fueron
                  aumentando por los siguientes Inquisidores.



                         En   el  Libro “Historia       crítica  de  la  Inquisición. Tomo II”

                  de   Don.    Juan   Antonio      Llorente, publicado         en   1822, capítulo

                  IV, figura      la  transcripción      literal de    un documento           que    la

                  Inquisición       inscribió     congratulándose         de    los   herejes     que

                  habían     echado     al  fuego. Parte       de   ese   documento        dice    así:
                  “….arzobispo       de   Sevilla,   abjuraron      el  nefando      crimen  de      la

                  herejía más de veinte mil herejes; y fueron entregados al fuego

                  y abrasados en él, precediendo sentencias conforme a derecho

                  casi  millares  de      hombres       obstinados en sus he            regia“  Este

                  documento se publicó en la Inquisición de Sevilla en 1524.




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