Page 84 - ingra 1
P. 84
Sin embargo, pese a estas reales órdenes, no estuvieron libres
de las incursiones portuguesas. Entre 1628-1631 los indios
capturados por los portugueses superaron los 60.000. No se
debe dejar de tener presente que el miedo a la esclavitud fue
una de las claves del éxito de las reducciones (más que el
carácter persuasivo de los jesuitas). Ante esta situación, los
miembros de la Compañía organizaron estas reducciones con
pertrechos claramente defensivos (planta cuadrada rodeada
de empalizadas y fosos, con milicias armadas de indios
adiestrados y cuerpos de caballería para la defensa, con plaza
en el centro y la iglesia, de la que partían todas las calles). La
organización misionera no sólo se limitaba a tareas
doctrinales, sino que organizaba la vida económica y política
fundada en la sólida preparación de los jesuitas que iban allí,
que poseían grandes conocimientos prácticos en arquitectura,
medicina, ingeniería, artesanía.
Los jesuitas respetaban la organización familiar de los
indígenas. Su lucha se centró principalmente contra la
poligamia. Incluso a la hora de organizar las fiestas de los
matrimonios, se respetaba el ceremonial tradicional indígena,
practicándose posteriormente el ceremonial católico. Tras el
matrimonio se les dotaba a los cónyuges de casa y tierra. Los
jesuitas respetaban a los caciques y les daban acceso al
cabildo de la reducción, que era la institución de gobierno con
sus alcaldes mayores, oidores, etc. Este consejo se elegía por
votación entre los recomendados por los salientes. Uno de los
miembros del cabildo era jesuita. También había un
corregidor, nombrado por el Consejo de Indias. Existía un
director espiritual jesuita y un director ecónomo de la
reducción, con una legislación a todos los niveles, sin pena de
muerte. La relación entre las reducciones era semejante a la
de una confederación.