Page 153 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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siquiera a investigar el gran coloso, han concentrado su atención en el misterio más

  irresistible de la pirámide.





  Los misterios de la Pirámide



  Vulgarmente,  se  supone  que  la  palabra  «pirámide»  deriva  de  πῦρ,  «fuego»,  con  lo
  cual significa que es la representación simbólica de La Llama Divina, la vida de cada

  criatura. John Taylor cree que la palabra «pirámide» significa una «medida de trigo»,

  mientras que C. Piazzi Smyth es partidario del significado copto: «una décima parte».

  Los antiguos iniciados aceptaban la forma de la pirámide como el símbolo ideal, tanto
  de la doctrina secreta como de las instituciones establecidas para difundirla. Tanto las

  pirámides como los montículos son modelos de la Montaña Sagrada o el lugar elevado

  de Dios, que se creía que estaba en la «mitad» de la tierra. John P. Lundy relaciona la

  Gran  Pirámide  con  el  legendario  Olimpo  y  además  supone  que  sus  pasillos
  subterráneos se corresponden con los tortuosos vericuetos del Hades.

       La base cuadrada de la pirámide nos recuerda constantemente que la Casa de la

  Sabiduría está bien asentada en la naturaleza y sus leyes inmutables. «Los gnósticos —
  escribe Albert Pike— decían que todo el edificio de su ciencia descansaba sobre un

  cuadrado  cuyos  ángulos  eran:  Σιγη,  el  silencio;  Βυθος,  la  profundidad;  Νους,  la

  inteligencia,  y  Αληθεια  la  verdad».            [35]   Los  lados  de  la  Gran  Pirámide  miran  a  los
  cuatro puntos cardinales, que representan, según Éliphas Lévi, los extremos de calor y

  frío (el Sur y el Norte) y los extremos de la luz y la oscuridad (el Este y el Oeste). La

  base de la pirámide representa, además, los cuatro elementos o sustancias materiales
  de cuya combinación está compuesto el cuerpo cuádruple del hombre. De cada lado

  del cuadrado surge un triángulo, que representa la triple divinidad entronizada en cada

  naturaleza material cuádruple. Si cada línea de base se considera un cuadrado del cual
  asciende un poder espiritual triple, la suma de las líneas de las cuatro caras (doce) y

  los cuatro cuadrados hipotéticos (dieciséis) que constituyen la base da veintiocho, el

  número  sagrado  del  mundo  inferior.  Si  a  esto  añadimos  las  tres  septenas  que

  componen el sol (veintiuno), es igual a cuarenta y nueve, el cuadrado de siete y el
  número del universo.

       Los doce signos del Zodiaco, como los Gobernadores de los mundos, inferiores,

  se  simbolizan  mediante  las  doce  líneas  de  los  cuatro  triángulos  de  las  caras  de  la

  pirámide. En medio de cada cara hay una de las bestias de Ezequiel y toda la estructura
  se  convierte  en  el  Querubín.  Las  tres  cámaras  principales  de  la  Pirámide  están
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