Page 149 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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La Esfinge



  Aunque, como ha demostrado Ignatius Donnelly, la Gran Pirámide sigue el modelo de
  un tipo de arquitectura antediluviano del cual se pueden encontrar ejemplos en casi

  todo el mundo, la Esfinge (Hu) es típicamente egipcia. La estela que tiene entre las

  patas  indica  que  la  Esfinge  es  una  imagen  de  la  divinidad  solar,  Harmackis,  que,
  evidentemente, se hacía similar al faraón durante cuyo reinado se cincelaba. La estatua

  fue  restaurada  y  totalmente  excavada  por  Tutmosis  IV,  como  consecuencia  de  una

  visión en la cual se le había aparecido el dios y le había dicho que se sentía oprimido

  por el peso de la arena que rodeaba su cuerpo. Durante las excavaciones se encontró
  la  barba  rota  de  la  Esfinge  entre  sus  patas  delanteras.  Los  peldaños  que  conducían

  hasta la Esfinge y también el templo y el altar que tiene entre las patas se añadieron

  mucho  después,  probablemente  en  la  época  romana,  porque  es  sabido  que  los

  romanos reconstruyeron muchas antigüedades egipcias. La depresión poco profunda
  que tiene en la coronilla —en otro tiempo se pensó que era el final de un pasadizo

  clausurado que conducía desde la Esfinge hasta la Gran Pirámide— solo servía para

  sostener un tocado que se ha perdido.
       Se han introducido en la Esfinge varillas metálicas, en un esfuerzo infructuoso por

  localizar cámaras o pasadizos en su interior. La mayor parte de la Esfinge es una sola

  piedra,  aunque  las  patas  delanteras  se  han  hecho  con  piedras  más  pequeñas.  La
  Esfinge mide más de sesenta metros de largo, veintiún metros de altura y más de once

  de ancho a la altura de los hombros. Algunos suponen que la piedra principal en la

  que  está  tallada  ha  sido  transportada  desde  canteras  distantes  por  métodos

  desconocidos, mientras que otros afirman que se trata de piedra local, posiblemente
  un afloramiento más o menos parecido a la forma que se le talló posteriormente. La

  teoría  que  se  propuso  en  un  tiempo  de  que  tanto  la  Pirámide  como  la  Esfinge  se

  construyeron  con  piedras  artificiales  fabricadas  allí  mismo  se  ha  descañado.  Un

  análisis  meticuloso  de  la  caliza  indica  que  está  compuesta  de  pequeñas  criaturas
  marinas llamadas nummulites.

       La  suposición  popular  de  que  la  Esfinge  en  realidad  era  el  portal  de  la  Gran

  Pirámide, a pesar de que sobrevive con una tenacidad sorprendente, nunca ha sido
  corroborada.  P.  Christian  presenta  esta  teoría  de  la  siguiente  manera,  basándose  en

  parte en lo que dice Jámblico:



       «La Esfinge de Gizeh, según el autor del Traité des Mystères, servía de entrada
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