Page 164 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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subió al arca para salvarse del diluvio.
Plutarco declara también que los faunos (como Pan) y los sátiros (los espíritus de
la naturaleza y de los elementos) fueron los primeros en descubrir que Osiris había
sido asesinado y de inmediato dieron la voz de alarma; de aquel episodio surgió la
palabra «pánico» con el significado de «miedo» o «terror» multitudinario. Cuando Isis
recibió la noticia de la muerte de su esposo —se lo contaron unos niños que habían
visto a los asesinos cuando salían corriendo con la caja—, enseguida se vistió de luto
y salió en su busca.
Finalmente, Isis averiguó que el arcón había flotado hasta la costa de Biblos,
donde había quedado enganchado en las ramas de un árbol, que, milagrosamente, no
tardó en crecer en torno a la caja. Cuando lo supo el rey de aquel país, se asombró
tanto que mandó talar el árbol y hacer con su tronco una columna para sostener el
techo de su palacio. Isis fue a Biblos y recuperó el cuerpo de su esposo, pero Tifón
volvió a robarlo y lo cortó en catorce trozos, que dispersó por toda la tierra.
Desesperada, Isis se puso a reunir los restos cortados de su esposo, pero solo pudo
encontrar trece. Reprodujo el decimocuarto —el falo— en oro, porque el original
había caído al río Nilo y un pez se lo había tragado.
Más tarde, Tifón murió luchando contra el hijo de Osiris. Algunos egipcios creían
que las almas de los dioses iban al cielo, donde brillaban como estrellas. Se suponía
que el alma de Isis brillaba desde Sirio, mientras que Tifón se convirtió en la
constelación de la Osa. No es seguro, sin embargo, que la idea se hubiese generalizado
en algún momento.
Los egipcios suelen representar a Isis con un tocado que simboliza el trono vacío
de su esposo asesinado y esta estructura peculiar fue aceptada en determinadas
dinastías como su jeroglífico. Los tocados de los egipcios tienen gran importancia
simbólica y emblemática, porque representan el cuerpo áurico de las inteligencias
sobrenaturales y se usan de la misma forma en que se usan el nimbo, el halo y la
aureola en el arte religioso cristiano. El famoso simbolista masónico Frank C. Higgins
ha observado con perspicacia que los recargados tocados de determinados dioses y
faraones están inclinados hacia atrás en el mismo ángulo que el eje de la tierra. Las
vestimentas, las insignias, las joyas y los ornamentos de los antiguos hierofantes
simbolizaban las energías que irradiaba el cuerpo humano. La ciencia moderna está
redescubriendo muchos de los secretos perdidos de la filosofía hermética. Uno de
ellos es la capacidad para medir la evolución mental, las cualidades del alma y la salud
física de una persona a partir de las descargas de energía eléctrica semivisible que
manan constantemente de la superficie de la piel de todo ser humano durante toda su