Page 214 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Con  respecto  al  sentido  teúrgico  o  mágico  en  el  cual  los  sacerdotes  egipcios

  presentaban en la Tabla Isíaca la filosofía de sacrificios, ritos y ceremonias mediante
  un  sistema  de  símbolos  ocultos,  Athanasius  Kircher  escribe  lo  siguiente:  «Los

  primeros  sacerdotes  creían  que,  mediante  ceremonias  de  sacrificio  adecuadas  y

  completas, se invocaba a un gran poder espiritual. Según Jámblico, la falta de uno de

  los  elementos  desmerecía  la  totalidad.  Por  eso,  prestaban  muchísima  atención  a  los
  detalles,  porque  les  parecía  absolutamente  fundamental  que  toda  la  cadena  de

  conexiones lógicas se ajustara al ritual con precisión. Esta es, sin duda, la razón por la

  cual preparaban y recomendaban para su uso futuro los manuales —como quien dice
  — para llevar a cabo los ritos. También aprendieron lo que los primeros practicantes

  de  la  hieromancia  —poseídos,  por  así  decirlo,  por  la  ira  divina—  idearon  como

  sistema simbólico para manifestar sus misterios. Los pusieron en esta Tabla Isíaca, a la
  vista  de  las  personas  autorizadas  para  entrar  en  el  sanctasanctórum,  con  el  fin  de

  enseñarles la naturaleza de los dioses y las formas de sacrificio prescritas. Como cada

  una  de  las  órdenes  de  los  dioses  tenía  sus  propios  símbolos,  gestos,  vestuario  y

  adornos peculiares, les parecía necesario cumplirlos con todo el aparato del culto, ya
  que no había nada más eficaz para atraer la atención propicia de las divinidades y los

  genios.  […]  Por  consiguiente,  sus  templos,  alejados  de  los  lugares  que  solían

  frecuentar  los  hombres,  contenían  representaciones  de  casi  todas  las  formas  de  la

  naturaleza.
       En primer lugar, para representar la economía física del mundo, utilizaban como

  adornos en el pavimento minerales, piedras y otros objetos adecuados, y hasta chorros

  de agua. Las paredes mostraban el mundo de los astros y la bóveda, el mundo de los
  genios. En el centro estaba el altar, para sugerir las emanaciones de la Mente Suprema

  desde su centro. Por consiguiente, todo el interior constituía una imagen del Universo

  de  los  Mundos.  Cuando  ofrecían  sacrificios,  los  sacerdotes  usaban  unas  vestiduras
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