Page 341 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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sucesivamente  por  cada  uno  de  los  colores  del  espectro.  En  el  Tíbet,  los  artistas

  locales utilizan el color para expresar distintos estados de ánimo. L. Austine Waddell,
  al escribir acerca del arte budista septentrional, destaca que, en la mitología tibetana,

  «la tez blanca y la amarilla suelen ser típicas de los temperamentos afables, mientras

  que la roja, la azul y la negra corresponden a formas furibundas, aunque a veces el

  azul  claro,  que  indica  el  cielo,  simplemente  significa  celestial.  Por  lo  general,  a  los
  dioses se los representa blancos; a los trasgos, rojos, y a los diablos, negros, como a

  sus parientes europeos».          [78]

       En Menón,  Platón,  hablando  a  través  de  Sócrates,  describe  el  color  como  «una

  emanación de la forma, acorde con la visión y perceptible». En el Teeteto se explaya
  más sobre el tema, con estas palabras: «Si aplicamos el principio que acabamos de

  afirmar  de  que  nada  existe  por  sí  mismo,  veremos  que  cada  color  —el  blanco,  el

  negro y cualquier otro— se produce cuando el ojo encuentra el movimiento adecuado

  y que lo que llamamos la sustancia de cada color no es el elemento activo ni el pasivo,
  sino algo que pasa entre ellos y es peculiar de cada perceptor. ¿Está seguro de que

  todos  los  animales  —por  ejemplo,  un  perro—  ven  los  distintos  colores  igual  que

  usted?». En la tetractys pitagórica —el símbolo supremo de las fuerzas y los procesos

  universales— se exponen las teorías de los griegos con respecto al color y la música.
  Los  tres  primeros  puntos  representan  la  Luz  Blanca  triple,  que  es  la  Divinidad  que

  contiene la posibilidad de todos los sonidos y los colores. Los otros siete puntos son

  los colores del espectro y las notas de la escala musical. Los colores y los tonos son
  los poderes creativos activos que surgen de la primera causa y establecen el universo.

  Los siete se dividen en dos grupos —uno contiene tres poderes y el otro, cuatro—,

  una relación que también aparece en la tetractys. El grupo superior —el de tres— se
  conviene en la naturaleza espiritual del universo creado y el grupo inferior —el de

  cuatro— se manifiesta como la esfera irracional o el mundo inferior.

       En los Misterios, los siete Logi, o Señores Creativos aparecen como corrientes de

  fuerza que salen de la boca del Uno Eterno, lo cual significa que el espectro se extrae
  de  la  luz  blanca  de  la  Divinidad  Suprema.  Los  judíos  llamaban  Elohim  a  los  siete

  Creadores  o  Inventores  de  las  esferas  inferiores.  Para  los  egipcios  eran  los

  Constructores  (algunas  veces,  los  Gobernadores)  y  los  representaban  con  grandes

  cuchillos  en  la  mano,  con  los  que  esculpieron  el  universo  a  partir  de  su  sustancia
  primordial.  La  adoración  de  los  planetas  se  basa  en  su  aceptación  de  las

  personificaciones cósmicas de los siete atributos creativos de Dios. Se decía que los

  Señores  de  los  planetas  vivían  dentro  del  cuerpo  del  sol,  porque  la  verdadera
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