Page 436 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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compuestos del éter del aire, los que más. La duración media de la vida está entre los

  trescientos  y  los  mil  años.  Paracelso  sostenía  que  viven  en  condiciones  similares  a
  nuestros ambientes terrestres y que en cierto modo están sujetos a enfermedades. Se

  cree que estas criaturas no se pueden desarrollar espiritualmente, aunque la mayoría

  de ellas son de una moralidad elevada.

       Con  respecto  a  los  éteres  elementales  en  los  que  existen  los  espíritus  de  la
  naturaleza,  Paracelso  escribió:  «Viven  en  los  cuatro  elementos:  las  ninfas  en  el

  elemento del agua, los silfos en el del aire, los pigmeos en la tierra y las salamandras

  en  el  fuego.  También  se  los  llama  ondinas,  silvestres,  gnomos,  vulcanos,  etcétera.

  Cada especie se mueve solo en el elemento al que pertenece y ninguna de ellas puede
  salir del elemento correspondiente, que para ellos es como el aire para nosotros o el

  agua  para  los  peces,  y  ninguna  puede  vivir  en  el  elemento  que  corresponde  a  otra

  clase. Para cada ser elemental, el elemento en el que vive es transparente, invisible y

  respirable, como lo es la atmósfera para nosotros».                    [108]
       El  lector  ha  de  procurar  no  confundir  los  espíritus  de  la  naturaleza  con  las

  auténticas ondas de vida que se desenvuelven en los mundos invisibles. Mientras que

  los elementales están compuestos por una sola esencia etérica (o atómica), los ángeles,

  los  arcángeles  y  otros  seres  superiores  y  trascendentales  poseen  organismos
  complejos,  formados  por  una  naturaleza  espiritual  y  una  cadena  de  vehículos  para

  expresar dicha naturaleza, que no difiere demasiado de la humana, aunque sin incluir

  el cuerpo físico con sus correspondientes limitaciones.
       A la filosofía de los espíritus de la naturaleza se le suele atribuir un origen oriental,

  probablemente  brahmánico,  y  Paracelso  obtuvo  su  conocimiento  de  ellos  de  los

  sabios  orientales  con  los  que  estuvo  en  contacto  durante  su  vida  de  andanzas
  filosóficas. Los egipcios y los griegos recogieron información de la misma fuente. A

  continuación, vamos a considerar por separado las cuatro divisiones principales de los

  espíritus de la naturaleza según las enseñanzas de Paracelso y el abate de Villars y los

  escasos escritos disponibles de otros autores.





  Los Gnomos



  Los elementales que viven en el cuerpo atenuado de la tierra llamado el éter terrestre
  se agrupan bajo el título general de gnomos. Es probable que el nombre derive del

  griego genomus, que significa «habitante de la tierra».                    [109]

       Así como en los elementos físicos objetivos de la naturaleza se desenvuelven seres
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