Page 551 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
P. 551

impulso irresistible de la naturaleza que hace que cada ser acabe

                                por  absorberse  dentro  de  la  condición  divina  en  la  que  existía
                                antes de que se manifestase el universo ilusorio. La hoja de la

                                guadaña  es  la  luna,  con  su  poder  cristalizador.  El  campo  en  el

                                que cosecha la muerte es el universo y la carta revela que todo lo

                                que crece fuera de la tierra será cortado y volverá a la tierra. Los
                                reyes, las reinas, los cortesanos y los truhanes son iguales para la

                                muerte,  que  es  la  dueña  de  las  partes  visibles  y  aparentes  de

                                todas  las  criaturas  En  algunas  barajas  del  Tarot,  la  Muerte  se

                                representa como una figura con armadura montada en un caballo
                                blanco que pisotea tanto a los ancianos como a los jóvenes. En el

                                Tarot seudoegipcio se puede ver un arco iris detrás de la figura

                                de la muerte, para indicar que la mortalidad del cuerpo alcanza la
  inmortalidad del espíritu. A pesar de que la muerte destruye la forma, jamás puede

  destruir  la  vida,  que  se  renueva  constantemente.  Esta  carta  es  el  símbolo  de  la

  renovación  permanente  del  universo:  la  desintegración  para  que  pueda  haber
  reintegración en un nivel superior de expresión.




  El arcano mayor número catorce se llama la Temperance, la
  Templanza,  y  representa  a  una  figura  angelical  con  el  sol

  sobre  la  frente.  Lleva  dos  recipientes,  uno  vacío  y  el  otro

  lleno, y vierte constantemente el contenido del más alto en el
  que está más abajo. En algunas barajas del Tarot, el agua que

  fluye adopta la forma del símbolo de Acuario. No obstante,

  ni  una  gota  del  agua  viva  se  desperdicia  en  aquel  traspaso
  interminable entre el recipiente superior y el inferior. Cuando

  se  llena  el  de  abajo,  se  invierten  los  recipientes,  lo  que

  representa  que  la  vida  pasa  primero  de  lo  invisible  a  lo

  visible  y,  después,  de  lo  visible  otra  vez  a  lo  invisible.  El
  espíritu  que  controla  este  flujo  es  un  emisario  del  gran

  Jehová, el demiurgo del mundo. El sol, o la acumulación de

  luz, en la frente de la mujer controla el flujo de agua, que,

  tras ser atraído hacia el aire por los rayos solares, desciende sobre la tierra en forma de
  lluvia,  para  volver  a  ser  atraída  hacia  arriba  y  a  descender  ad  infinitum.  Aquí  se

  demuestra también el paso de las fuerzas de la vida humana de un lado a otro, entre el

  polo  positivo  y  el  negativo  del  sistema  creativo.  En  el  Tarot  seudoegipcio,  el
   546   547   548   549   550   551   552   553   554   555   556