Page 547 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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el joven hace una elección imprudente, la flecha del destino, que tiene los ojos
vendados, lo atravesará. En el Tarot seudoegipcio, la flecha del genio apunta
directamente a la figura del vicio, con lo cual indica que su camino conduce a la
destrucción. Esta carta recuerda al ser humano que el precio del libre albedrío, o,
mejor dicho, de la capacidad de elección, es la responsabilidad.
El arcano mayor número siete se llama le Chariot, el Carro, y
representa a un guerrero victorioso, con una corona y montado
en un carro tirado por esfinges o caballos blancos y negros.
Cuatro columnas sostienen el dosel estrellado del carro. Esta
carta representa al Exaltado que viaja en el carro de la creación.
El vehículo de la energía solar que lleva el número siete revela la
verdad arcana de que los siete planetas son los carros del poder
solar que viaja victorioso entre ellos. Las cuatro columnas que
sostienen el dosel representan a los cuatro Poderosos que
sostienen los mundos representados por las colgaduras
tachonadas de estrellas. La figura lleva el cetro de la energía solar
y adornan sus hombros dos medias lunas: urim y tummim. Las
esfinges que tiran del carro representan el poder secreto y
desconocido que transporta sin cesar al soberano victorioso por las distintas partes de
su universo. En algunas barajas del Tarot, el vencedor representa al hombre
regenerado, porque el cuerpo del carro es un cubo de piedra. El hombre con la
armadura no está de pie en el carro, sino que sale del cubo, con lo cual representa la
ascensión del tres desde el cuatro: momento de levantar la solapa del mandil del
Maestro Masón. En el Tarot sudoegipcio, el guerrero lleva la espada curva de Luna,
tiene barba como símbolo de madurez y se adorna con el collar de las órbitas
planetarias. Su cetro (que simboliza el universo triple) lleva un cuadrado en el
extremo, con un círculo encima, rematado por un triángulo.
El arcano mayor número ocho se llama la Justice, la Justicia, y representa una figura
sentada en un trono, cuyo respaldo se eleva en forma de dos columnas. Está coronada
y lleva en la mano derecha una espada y en la izquierda, una balanza. Esta carta
recuerda el juicio del alma en la sala de Osiris. Enseña que solo las fuerzas
equilibradas resisten y que la justicia eterna destruye con la espada lo que está
desequilibrado. A veces se representa a la Justicia con una trenza de su propio cabello
enroscada en torno al cuello, de una manera semejante al