Page 686 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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para que no te ocurra a ti lo mismo.
Muchas maravillas más de este arte sagrado se podrían añadir, como la
manera de preparar con él todo tipo de piedras preciosas y otros objetos de lo
más admirables, pero haría falta un libro demasiado grueso para expresar la
totalidad como debería ser, en especial porque el arte es infinito y no se puede
comprender de una sola vez, y mi propósito ha sido, querido primo e hijo,
conducirte con devoción hacia los Misterios de la naturaleza y de esta ciencia
sagrada y así lo he hecho fielmente.
La carta concluye con las siguientes palabras:
Ponte a trabajar, como he hecho yo antes que tú, teme a Dios ama a tu
prójimo desde el fondo de tu alma y sinceramente. Dedícate por tu cuenta a la
operación manual y, cuando te pongas a trabajar en ella, muchos de los
hermanos de nuestra santa orden se manifestarán ante ti, en privado. En
cuanto a mí, gracias al Dios eterno, he escrito la verdad que he descubierto
mediante la oración y la búsqueda en la naturaleza, una obra que he visto con
mis propios ojos y que he extraído con mis manos. Por lo tanto, suscribo este
testamento con mi sangre, el último día de mi vida, en mi lecho de muerte.
Actum Leyden, a 27 de marzo de 1662.