Page 681 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Querido primo e hijo:
A pesar de que había decidido no poner nunca por escrito para nadie el
secreto de los antiguos sabios, por el peculiar afecto que siento por ti, asumo
la responsabilidad, a la que me obliga la proximidad de nuestra relación y
sobre todo porque esta vida temporal es breve, y el arte es muy oscuro y, por
consiguiente, pudiera ser que no alcanzaras el fin deseado, pero, hijo mío,
porque una joya tan preciosa no quede para los cerdos y también porque tan
grande don de Dios sea tratado con cuidado y cristianamente, por esto me
manifiesto en gran parte así ante ti.
Te conmino de palabra y obra por lo más sagrado.
En primer lugar, que sobre todo guardes fielmente el mismo de cualquier
persona malvada, lujuriosa y criminal.
En segundo lugar, que no te exaltes a ti mismo de forma alguna.
En tercer lugar, que trates de promover el honor del Creador de todas las
cosas y el bien de tu prójimo y lo preserves religiosamente para que tu Señor
no tenga queja de ti el último día. He escrito aquí, en este tratado, la parte del
Reino de los Cielos en la que he trabajado este tesoro y lo he acabado con mis
dedos por lo cual suscribo todo este trabajo con mi sangre, cuando yazgo en
mi lecho de muerte en Leiden.
EL PROCESO: En el nombre de Dios, toma un poco de la sal más pura y
más limpia, sal marina, hecha por el propio sol, de la que llega por barco de
España (yo usaba la sal procedente de St Uber). déjala secar en un hornillo
caliente, muélela en un mortero de piedra hasta obtener el polvo más fino
posible, para que se disuelva con mayor facilidad en nuestra agua de rocío,
que hay que recoger en el mes de mayo o en junio: cuando haya luna llena,
fíjate que caiga el rocío con el viento del Este o del Sudeste. Entonces tienes
que tener palos clavados en el suelo, que sobresalgan unos cuarenta y cinco
centímetros Sobre dos o tres de estos palos pon como cuatro placas cuadradas
de vidrio; al caer, el rocío se adhiere fácilmente al vidrio como vapor; a
continuación, ten preparados recipientes de vidrio y deja que el rocío se
escurra por el lateral de los vidrios hacia tus recipientes, hasta que tengas
suficiente cantidad. La luna llena es una buena época: después será más difícil.