Page 763 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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que, a efectos de la clave, las dos letras son intercambiables. La efe y la eme, la erre y
la i griega (ye), la uve doble y la d, en realidad todas las letras se pueden transponer
como muestran los dos círculos. Las nueve letras extraídas de la clave biliteral se
pueden intercambiar por otras nueve mediante la rueda. Se considera que las nueve
letras están en el círculo interno de la rueda y se cambian por las nueve letras del
círculo externo que están frente a las letras internas. Por este proceso, la te se
convierte en [a]; las dos es se convienen en dos eles [ll]; la be se convierte en [i]; la
ele se convierte en [s]; la pe se convierte en [w]; la equis se convierte en [e] y las dos
es se convienen en dos eles [ll]. El resultado es:
ALLISWELL
… que, si lo descomponemos en palabras, queda…
All is well. [200]
Evidentemente, moviendo el disco interior de la rueda, con las letras se pueden
obtener muchas combinaciones diferentes, además de la que acabamos de dar, pero
esta es la única que tiene sentido; el experto en criptogramas tiene que seguir
probando hasta descubrir un mensaje lógico e inteligible: solo entonces puede tener
una seguridad razonable de que ha descifrado el sistema. Lord Bacon utilizaba la clave
biliteral de muchas formas diferentes. Es probable que, solo en el folio de
«Shakespeare», se hayan usado montones de sistemas distintos, algunos tan complejos
que puede que desconcierten siempre a todos los que intenten descifrarlos. En los que
se pueden solucionar, a veces hay que intercambiar las aes por las bes; otras veces, el
mensaje oculto está escrito hacia atrás; otras veces solo se cuentan algunas letras,
etcétera.
Hay varias formas más de clave literal en las cuales las letras se sustituyen unas
por otras según una secuencia convenida de antemano. La forma más sencilla es
aquella en la cual hay dos alfabetos escritos de esta forma: